Klukkur um jól (2016)

“Klukkur um jól” (El eco de la alegría) es una película islandesa que, a pesar de su aparente sencillez, consigue generar una conexión emocional potente con el espectador. Dirigida por Ólafur Borgason, la obra se centra en la vida cotidiana de Brynhildur, una niña de 12 años que vive un torbellino de emociones mientras se acerca la Navidad y persigue una oportunidad de brillar. Sin embargo, la idílica expectativa se ve interrumpida por la presencia de Silja, una alumna que se convierte en un catalizador de conflictos y tensiones, desestabilizando la calma de Brynhildur. El film, aunque aborda un tema delicado como el acoso escolar, lo hace con una sensibilidad y un naturalismo que evitan caer en melodramáticas teatralizaciones.

La dirección de Borgason es precisa y cuidadosa. Se centra en la belleza del paisaje islandés, utilizando la luz natural para crear una atmósfera acogedora y, a la vez, melancólica. La película no busca un gran espectáculo visual; la fuerza reside en la autenticidad de las situaciones y en las interacciones entre los personajes. La banda sonora, con melodías nostálgicas y emotivas, complementa perfectamente la historia y refuerza la atmósfera introspectiva que se construye a lo largo de la trama. Particularmente efectiva es la forma en que la película muestra la inocencia y la vulnerabilidad de Brynhildur, interpretada con una sutileza admirable por Isabel Karin Aguilar. La actriz transmite con creencia la confusión y la frustración de la niña, lo que permite al espectador conectar profundamente con su experiencia.

El guion, por su parte, es inteligente en su simplicidad. Evita soluciones fáciles o finales prefabricados. La historia no se basa en un drama excesivamente conflictivo, sino en una serie de pequeños conflictos y decisiones que definen el comportamiento de los personajes. La aparición de Silja, el acosador, no se presenta como un villano caricaturesco, sino como una niña que lucha consigo misma, posiblemente con sus propios problemas, lo que añade complejidad a la narrativa. La reacción de Brynhildur, que intenta conectar con Silja a través de una fiesta, es creíble y, a su vez, muestra un deseo genuino de amistad. El giro inesperado de la película, con la organización de la propia Silja de una celebración, es un momento de brillantez narrativa, subrayando la idea de que el acoso escolar es un problema mucho más complejo de lo que a simple vista aparenta. Vigdís Hrefna Pálsdóttir ofrece una actuación sólida como Silja, logrando transmitir la inseguridad y la soledad que subyacen a su comportamiento.

En general, “Klukkur um jól” es una película conmovedora y reflexiva que invita a la empatía y al entendimiento. No es una película que te deje boquiabierto con efectos especiales o acción trepidante, pero sí con una historia bien contada y personajes que te acompañarán después de que el telón se cierre. Es un retrato de la infancia, de la amistad, del acoso y de la búsqueda de la propia identidad, todo ello envuelto en la belleza del paisaje islandés y con un toque de humor sutil.

Nota: 8/10