Kubo y las dos cuerdas mágicas (2016)

‘Kubo y las dos cuerdas mágicas’ es mucho más que un simple cuento de hadas épico; es una experiencia cinematográfica inmersiva que, a pesar de su complejidad visual, logra conectar con un público amplio gracias a su mensaje central sobre la verdad, el legado y el poder del perdón. La dirección de Travis Knight, de La era de los robots, demuestra una maestría innegable en la animación stop-motion, elevando el género a nuevas alturas. Knight no se limita a reproducir imágenes impresionantes; cada movimiento, cada textura, cada expresión facial está cargada de propósito, logrando un nivel de detalle y realismo sorprendentes para una técnica tan distintiva. La película es un verdadero desafío técnico, y la manera en que se ha abordado con tanta solidez, resulta profundamente gratificante.

La banda sonora, compuesta por Joby Watson, es otro componente esencial del éxito de la película. Acompaña magistralmente cada escena, intensificando las emociones y creando una atmósfera de constante tensión y asombro. La música no es meramente decorativa; es un personaje en sí misma, tejiendo una capa sonora que permea toda la experiencia visual. El uso de instrumentos tradicionales japoneses, junto con melodías modernas, genera una mezcla cautivadora que te transporta directamente al mundo de la mitología japonesa.

La película se apoya en la brillante actuación de Jack Wolf como Kubo, un personaje con el que es fácil empatizar desde el principio. Su evolución, desde un joven inseguro hasta un guerrero decidido, está muy bien coreografiada y se ve potenciada por la emotiva interpretación de la actriz de doblaje, Rinko Kikuchi. Las interpretaciones de los antagonistas, especialmente las de Charlize Theron y Brenda Bleth, son igualmente convincentes, dando vida a personajes complejos y memorables. Sin embargo, quizás la mayor fortaleza reside en los efectos secundarios, en la forma en que se construye y se representa el mundo de la magia y los dioses de la mitología japonesa. El diseño de estos seres es intrincado y rico en simbolismo.

En cuanto al guion, ‘Kubo’ presenta una trama compleja pero bien estructurada que equilibra magistralmente la acción, el drama y la aventura. La película aborda temas como la responsabilidad familiar, la búsqueda de la identidad y la importancia de confrontar el pasado. Si bien la historia puede resultar un poco densa en algunos momentos, gracias a la cantidad de personajes y arcos argumentales, la película logra mantener el interés del espectador gracias a su ritmo dinámico y sus momentos de gran impacto emocional. A pesar de la grandiosidad visual, la película no rehúsa mostrar las consecuencias dolorosas de las acciones pasadas, y la búsqueda de Kubo no es solo una aventura, sino una lucha contra un legado de venganza y maldad.

‘Kubo y las dos cuerdas mágicas’ no es solo una película de animación; es una obra de arte que destaca por su innovación técnica, su banda sonora evocadora y sus personajes memorables. Es una película que invita a la reflexión y que celebra la belleza y el misterio de la mitología japonesa. Es una experiencia cinematográfica verdaderamente inolvidable.

Nota: 8.5/10