Kung Fu Panda 3 (2016)

“Kung Fu Panda 3” es una película que, a pesar de sus evidentes limitaciones, ofrece una dosis saludable de alegría y un recordatorio de que incluso los héroes más inesperados pueden aprender y crecer. El regreso de un padre perdido, un elemento que había estado gestándose desde la primera entrega, funciona como catalizador de una trama que, si bien no alcanza la complejidad de las entregas anteriores, sí se beneficia del dinamismo inherente a la saga. La premisa de viajar a un reino secreto de pandas para encontrar nuevos compañeros de entrenamiento es visualmente atractiva y presenta un universo rico en detalles y personajes excéntricos, que se exploran con suficiente entusiasmo. Sin embargo, la película tropieza en algunos momentos con un guion que, en su búsqueda de ser demasiado accesible para un público infantil, a veces sacrifica la sutileza y la profundidad.

La dirección de Alessandro Nesta y del regreso de Mark Osborne (quien dirigió las dos primeras) es competente, pero no sobresaliente. Se nota el esfuerzo por mantener el tono ligero y divertido que caracteriza a la franquicia, y se logra con éxito en la mayoría de las escenas de acción y comedia. No obstante, a veces la puesta en escena resulta un poco predecible, y la banda sonora, aunque memorable en ocasiones, recurre a clichés que desentonan con la atmósfera particular del universo de “Kung Fu Panda”. La película se beneficia de un ritmo ágil, manteniendo la atención del espectador, aunque la acción se vuelve repetitiva en algunos momentos, derivando en un exceso de coreografías y golpes visuales que, si bien son entretenidos, no aportan gran innovación.

Las actuaciones son sólidas. Jack Black, como Po, vuelve a encarnar con maestría a la panda torpe pero con buen corazón. Su evolución como líder y maestro es convincente, y su humor sigue siendo contagioso. El nuevo villano, Kai, interpretado por Josh Gad, ofrece un contraste interesante a la dinámica establecida, aunque su motivación no esté del todo desarrollada. La incorporación de la familia de Kai, un grupo de pandas de diferentes personalidades, aporta humor y variedad al elenco, y cada uno de ellos aporta un componente distintivo a la dinámica del equipo. La película se distingue por su mensaje central: la importancia del trabajo en equipo, la aceptación de las diferencias y el valor de la perseverancia. Estos temas, aunque algo simplificados, se presentan con sinceridad y a través de la experiencia de los personajes.

En definitiva, “Kung Fu Panda 3” es un entretenimiento sólido, apto para todas las edades. No es una obra maestra cinematográfica, ni mucho menos, pero ofrece una experiencia visualmente atractiva y emocionalmente gratificante. Repite algunos patrones de la saga, pero se beneficia de una historia refrescante y de un elenco capaz de transmitir las emociones necesarias para que la película sea un éxito. A pesar de sus fallos, es una buena opción para una tarde de cine familiar.

Nota: 7/10