“Kung Fu Hustle” es una película que, incluso años después de su estreno, conserva un encanto innegable y una energía contagiosa. Ste-phen Chow, como director, coreógrafo y uno de los protagonistas, no solo demuestra su dominio del género de acción, sino que también nos regala una explosión de color, humor y referencias cinematográficas que la convierten en una experiencia visual y auditiva verdaderamente única. La película se sitúa en la China de 1947, un escenario perfecto para explorar la lucha entre la corrupción y la resistencia, la violencia y la comedia. La ambientación no es meramente decorativa; está impregnada de detalles que evocan la atmósfera de la época, desde la vestimenta hasta los peinados, pasando por la arquitectura y el mobiliario. Se siente como un viaje en el tiempo, una inmersión en un mundo febril y peligroso.
La dirección de Chow es magistral. Utiliza el movimiento de cámara y la composición de planos con una fluidez sorprendente, creando secuencias de lucha coreografiadas que son simultáneamente exageradas y sorprendentemente realistas. Las coreografías son frenéticas, inventivas y, lo que es más importante, divertidas. Chow no se limita a mostrar la acción; él la siente y la transmite al espectador. La banda sonora, compuesta por Jackie Chan, juega un papel fundamental, elevando el tono cómico y dramático de la película. La película es una celebración de la comedia física y el exagerado, sin miedo a parecer absurda o ridícula.
Las actuaciones son, en general, excelentes. Stephen Chow destaca como Sing, un personaje torpe y decidido que, a pesar de sus constantes errores, posee un espíritu inquebrantable. Su entrega es natural y convincente, y su caracterización es a la vez cómica y conmovedora. El resto del elenco, incluyendo a Gordon Chan y Andy Lau, ofrecen interpretaciones sólidas que complementan a la perfección la visión de Chow. Se trata de un grupo de actores que, evidentemente, se divierten enormemente en la pantalla.
Sin embargo, la película no es perfecta. El guion, aunque entretenido, a veces se siente un poco apresurado y las tramas secundarias no siempre están completamente desarrolladas. Algunas de las bromas, aunque ingeniosas, pueden resultar un poco forzadas. A pesar de estas pequeñas imperfecciones, “Kung Fu Hustle” es una joya del cine de acción y comedia, una película que desafía las convenciones del género y celebra la creatividad y el ingenio. Es una película que invita a la repetición y que te deja con una sonrisa en la cara. Es una reivindicación del cine de artes marciales que, en su día, marcó un antes y un después.
Nota: 8.5/10