Küçük Esnaf (2016)

“Küçük Esnaf” (Pequeño Comerciante) no es, por supuesto, una obra maestra del cine, pero sí una película que se queda en la memoria por su honestidad y su retrato de la dificultad de escapar de un pasado que te persigue. La película, dirigida por Tayfun Ergör, no se atreve a pretender ser grandilocuente; se centra en la vida cotidiana de Faruk, un cerrajero de un pequeño pueblo turco, y la pesada carga que representa la deuda que su padre dejó al jefe de la mafia local. Esta deuda, el “peso” de un pasado criminal, es lo que determina las acciones y el destino de Faruk, y la película explora con delicadeza cómo esa sombra se extiende sobre su vida y sobre la de aquellos que lo rodean.

La dirección de Ergör es sutil y precisa. No recurre a golpes visuales o a melodramas baratos. La cámara se mantiene a menudo en planos medios y largos, permitiendo que el espectador se sumerja en la atmósfera del pueblo y en la angustia interior de Faruk. La película se presta más a observar el comportamiento y las expresiones de los actores que a la acción, lo cual es una elección acertada, dado que el verdadero conflicto reside en el ámbito emocional y psicológico. El ritmo pausado, si bien puede resultar un poco lento para algunos, contribuye a la sensación de inevitable destino que impregna la narrativa.

El reparto es sobresaliente. Murat Sönmez, como Faruk, ofrece una actuación magistral. Su interpretación es extraordinariamente natural y creíble, transmitiendo con maestría la desesperación, la frustración y la determinación de un hombre atrapado en una red que no puede romper. La química entre Sönmez y Ayça Anil, quien interpreta a Nermin, la mujer que se cruza en el camino de Faruk con un problema similar, es palpable. Su relación, marcada por la empatía y la esperanza, proporciona un rayo de luz en la oscuridad que rodea a Faruk, aunque de manera que no ofusca el problema central.

El guion, escrito por Engin Aydoğdu, es sólido y maduro. Evita los clichés del género negro y se centra en la humanidad de sus personajes. La trama se desarrolla de forma orgánica y realista, explorando las consecuencias de las decisiones pasadas y la dificultad de iniciar una nueva vida. Aunque el desenlace es, en cierta medida, predecible, la película logra mantener el interés del espectador gracias a su atmósfera y a su capacidad para generar empatía por sus personajes. La película, sin embargo, carece de un desarrollo más profundo de algunos de los personajes secundarios, que se sienten un poco planos y funcionales para el argumento.

En definitiva, “Küçük Esnaf” es una película recomendable para aquellos que buscan un drama realista y humano, lejos del sensacionalismo. Es un retrato honesto de la lucha por la supervivencia y la búsqueda de la redención, con actuaciones convincentes y una dirección cuidadosa. Es una película que, aunque no impacta de manera espectacular, genera una reflexión sobre las responsabilidades que nos impone el pasado.

Nota: 7/10