La armada Brancaleone (1966)

“La Armada Brancaleone” es una comedia medieval que, a primera vista, podría parecer una mera paródia del género. Sin embargo, bajo la superficie de situaciones absurdas y referencias a la peste, se encuentra una película sorprendentemente ingeniosa y llena de calidez. Tommy Lee Jones, en el papel del capitán Brancaleone, no solo encarna la figura del caballero fallido, sino que lo hace con una vulnerabilidad y un humor contagioso que se han convertido en la esencia de la película. Jones, junto a Danny DeVito como el lechero Giorgio, y haciendo su debut como director, Martín Scorsese, construyen un universo cómico peculiar, regado con un cariño evidente hacia el cine de vaudeville y las comedias clásicas.

Lo que realmente distingue a la película es la dirección de Scorsese. Su enfoque es deliberadamente descentralizado, utilizando planos largos y una cámara que acompaña a los personajes, inmersa en la acción. Esto permite al espectador no solo observar la comedia, sino también participar en ella, sintiendo la inminencia del peligro y el absurdo de las situaciones. La película no se toma a sí misma demasiado en serio, y esta actitud relajada se refleja en la forma en que se maneja el ritmo y el tono. Las escenas de acción, aunque exageradas, son divertidas por su torpeza y la incomprensión de los personajes. El uso del color, a menudo vibrante y desaturado al mismo tiempo, contribuye a la atmósfera surrealista que impregna la narrativa.

Las actuaciones son excepcionales. Además de la maestría de Tommy Lee Jones, Danny DeVito brilla con su habitual energía y carisma. Su personaje, Giorgio, es un alivio cómico constante, pero también muestra momentos de lucidez y hasta de inteligencia. La película también presenta un elenco de secundarios memorable, cada uno con su propia personalidad exagerada y contribuyendo al caos general. Particularmente conmovedora es la representación del hijo de Brancaleone, un niño pequeño que lucha por comprender el mundo adulto y el destino de su padre. La comedia no se basa únicamente en slapstick; hay momentos de genuina emoción y camaradería entre los personajes, lo que ayuda a humanizar la historia.

El guion, escrito por los mismos responsables, es la clave de esta comedia. No se limita a contar una historia, sino que explora temas como el honor, la lealtad y la familia, todo ello envuelto en un halo de absurdo. La película está llena de referencias a obras cinematográficas clásicas, que no solo son homenajes, sino que se utilizan para parodiar y subvertir los tropos del género. La manera en que se aborda el tema de la guerra, con personajes que se enfrentan a la amenaza de la peste como si fuera un juego infantil, es particularmente ingeniosa. En definitiva, “La Armada Brancaleone” es una película que celebra el cine como arte, y una oda a la alegría de la comedia. Es una experiencia cinematográfica única, un festival de humor inteligente y personajes inolvidables.

Nota: 8/10