La asesina (1993)

“La Asesina” (Killing Eve) no es simplemente una serie de antología criminal; es un ejercicio profundamente inquietante de la condición humana, una exploración sombría del poder, la identidad y la compulsión. Si bien el formato episódico puede parecer una apuesta arriesgada al principio, la serie de Villanella se erige como una de las mejores del panorama televisivo actual, gracias a una dirección magistral, actuaciones excepcionales y un guion que se vuelve cada vez más complejo y perturbador a medida que avanza.

Villanella, interpretada con una intensidad y descarada sofisticación por Jodie Comer, es, en esencia, un personaje monstruoso, pero también terriblemente humano. Comer construye un retrato que trasciende la simple villana; nos muestra una mujer que, a pesar de sus horrores, es capaz de mostrar empatía, incluso si esa empatía está destinada a ser contaminada por la sangre. La dirección, a cargo de Euros Lyn, es fundamental para este efecto. Lyn utiliza una fotografía gótica, oscuras y claustrofóbicas, y juega con la iluminación para subrayar la fragilidad y el malestar emocional de los personajes. Las secuencias de asesinato, aunque brutales, son filmadas con una elegancia visual sorprendente, evitando caer en la mera violencia gratuita y transformándolas en momentos de suspense y horror psicológico.

La serie se beneficia enormemente de la presencia de Sandra Oh, que interpreta a Eve Polastri, una agente de la MI6 con una sed insaciable de justicia. La dinámica entre Villanella y Eve es el corazón de la serie, un juego de gato y ratón intelectual y emocionalmente cargado. La tensión entre ambas protagonistas es palpable, alimentada por una mezcla de odio, fascinación y una extraña conexión. Oh aporta una vulnerabilidad sorprendente a su personaje, mostrando la frustración y el deseo de Eve por sentirse importante, un deseo que se ve constantemente frustrado por su incapacidad para atrapar a Villanella.

El guion, a cargo de Phoebe Waller-Bridge, evoluciona de manera brillante. Inicialmente se centra en la persecución de Villanella por parte de Eve, pero a medida que avanza la trama, se introduce una capa de complejidad moral que desafía las expectativas del espectador. La serie no se limita a la simple resolución del caso; explora las consecuencias de los actos violentos, la naturaleza del trauma y las razones que impulsan a los personajes a cometer los crímenes que cometen. La escritura es inteligente, mordaz y, a menudo, hilarante, creando un contraste sorprendente entre la brutalidad de la violencia y la sutileza del humor negro.

La serie desafía constantemente al espectador a cuestionar sus propios valores y a considerar la perspectiva del asesino. "La Asesina" no ofrece respuestas fáciles, sino que invita a la reflexión sobre la oscuridad que reside en el interior de cada uno de nosotros. Es una producción audaz, provocadora y, en definitiva, inolvidable.

Nota: 9/10