La batalla del año (2013)

“La Batalla del Año” (Battle: High Stakes) es un espectáculo visualmente deslumbrante, un torbellino de energía y ritmo que, sin embargo, se queda a medio camino entre el entretenimiento puro y la profundidad narrativa. La película se presenta como un evento deportivo, un baile competitivo a escala mundial donde los mejores bailarines se enfrentan por el ansiado trofeo. La premisa, la búsqueda de la gloria por parte de los estadounidenses tras quince años de sequía, es digna de interés, pero el guion, aunque dinámico en sus secuencias de baile, carece de la complejidad que podría haber elevado la película a un nivel superior.

La dirección de David Leitch, conocido por su trabajo en acción y coreografías estilizadas en “John Wick”, se nota claramente en cada plano. La coreografía, coreografiada por Laurie Hill, es, sencillamente, impresionante. No es meramente una exhibición de pasos; es una narrativa visual que comunica emociones y tensiones. Cada paso, cada giro, cada movimiento musical está meticulosamente diseñado y ejecutado. Sin embargo, la película tiende a sobrecargar la experiencia visual. A veces, la frenética energía del baile se convierte en un ruido blanco que dificulta la conexión con los personajes y la historia. La dirección intenta compensar esta carencia con flashes de flashbacks y montajes rápidos, pero en lugar de enriquecer la narrativa, a menudo la dispersa.

El elenco ofrece actuaciones sólidas, aunque no espectaculares. Diego Luna, como Dante Blake, transmite la determinación y el peso de la responsabilidad de llevar a cabo su misión. Su personaje, un ex bailarín que busca redimirse, es convincente, aunque carece de matices profundos. También me sorprendió positivamente la actuación de Jet Li, quien aporta un aire de elegancia y experiencia al personaje de Jian, el maestro de Dante. Sin embargo, el reparto secundario, en su mayoría, queda relegado a papeles de apoyo, sin desarrollar personajes significativos que nos conecten emocionalmente con la trama. La relación entre Dante y Jian es interesante, con un trasfondo de respeto mutuo, pero no se explora lo suficiente para generar una tensión dramática significativa.

El guion, a pesar de su ritmo acelerado, presenta algunas debilidades. La motivación de Dante se entiende, pero la trama se vuelve a veces redundante, reciclando clichés del cine deportivo: el héroe con un pasado turbulento, la rivalidad con un oponente despiadado, la presión de la audiencia. La subtrama romántica entre Dante y una bailarina, aunque ligera, no aporta nada sustancial a la historia. Además, la exploración de la importancia de la danza como expresión cultural y de la lucha contra la discriminación, aunque presente, se siente superficial, un añadido más que una parte orgánica de la narrativa.

En definitiva, "La Batalla del Año" es un espectáculo de baile enérgico y visualmente atractivo que, aunque no alcanza la profundidad que podría haberle otorgado una historia más elaborada y personajes más desarrollados, ofrece una experiencia entretenida y llena de acción. Es una película que, en su conjunto, se queda en el nivel de un buen entretenimiento, pero no en la categoría de una obra cinematográfica memorable.

Nota: 6.5/10