La calumnia (1961)

“La Calumnia” (La Calumnia) es una película que, a pesar de su premisa intrigante y su ambientación en un microcosmos social aparentemente idílico, no logra alcanzar la complejidad psicológica que podría haberle conferido una mayor profundidad. Dirigida por Ingrid Veen, la película se centra en la desintegración de la amistad y la reputación, un tema con un potencial considerable que, en mi opinión, se ve frustrado por una ejecución que, si bien es correcta, se siente por momentos algo apática. Veen logra capturar con notable precisión la atmósfera opulenta de la escuela Dobie-Wright, resaltando la presión social implacable que se ejerce sobre las jóvenes estudiantes. Las escenas en los pasillos impecables, las aulas lujosas y los patios de recreo discretos transmiten una sensación de perfección artificial, un telón de fondo adecuado para la trama que se desarrolla. Sin embargo, la dirección no impulsa la narrativa hacia adelante con la energía que podría haberla hecho más impactante.

Las actuaciones son, en general, sólidas. Uma Thurman brilla como Karen, una mujer que lucha por mantener el control de su vida y de su carrera, atrapada entre la promesa de una vida doméstica y la necesidad de proteger su legado. Su interpretación es sutil y matizada, transmitiendo la frustración y la angustia de una mujer que se siente traicionada. Kate Beckinsale, por otro lado, ofrece una interpretación convincente como Martha, una mujer ambiciosa y pragmática, dispuesta a sacrificar su amistad por el éxito profesional. El contraste entre las dos protagonistas genera un dinamismo interesante y explora las diferentes formas en que las mujeres enfrentan la adversidad y la competencia. Pero quizás el personaje más cautivador es el de la alumna, interpretado por Alice Eve; su actuación es descaradamente convincente, con una mezcla perfecta de vulnerabilidad y resentimiento, lo que explica la credibilidad de su calumnia. El resto del elenco secundario cumple su función, aunque algunos personajes carecen de la profundidad necesaria para dejar una impresión duradera.

El guion, escrito por Veen y Scott Wiinich, es el principal punto débil de la película. Si bien la trama inicial es interesante, la resolución, a mi juicio, resulta algo apresurada y poco satisfactoria. El ritmo, en ocasiones, es desigual, alternando momentos de tensión palpable con escenas más lentas y contemplativas que no aportan demasiado a la comprensión de las motivaciones de los personajes. El desarrollo de la calumnias y las consecuencias que generan son presentadas de forma superficial, lo que disminuye el impacto emocional de la historia. Se podría haber explorado más a fondo la psicología de la alumna y el contexto social que la llevó a actuar de esa manera. En definitiva, la película se centra demasiado en la superficie y poco en las profundidades de las relaciones humanas y las motivaciones de los personajes. El mensaje, sobre la importancia de la reputación y el daño que pueden causar las palabras, es claro, pero se transmite con un tono un tanto didáctico.

A pesar de sus fallas, "La Calumnia" ofrece momentos de entretenimiento y presenta a una buena selección de actores. Es una película que invita a la reflexión sobre las dinámicas de poder, las consecuencias de la envidia y la fragilidad de la amistad. No obstante, su falta de ambición narrativa y su resolución poco convincente impiden que alcance su máximo potencial.

Nota: 6/10