La casa Gucci (2021)

“La casa Gucci” es una película que se adentra en la intrincada y, sobre todo, despiadada historia familiar de una de las dinastías más emblemáticas de la moda. La producción, dirigida por Ridley Scott, no se limita a relatar el asesinato de Maurizio Gucci, sino que se propone explorar las motivaciones ocultas, las ambiciones desmedidas y las profundas fracturas que erosionaron una familia construida sobre la riqueza y la reputación. El resultado es una película sumamente absorbente, aunque a veces un tanto desordenada en su narrativa.

Ridley Scott, conocido por su maestría visual y su habilidad para crear atmósferas de suspense, demuestra una vez más su talento al tejer una trama que, aunque no convencional, mantiene al espectador cautivo. La película no se concentra en recrear los escenarios lujosos del mundo de Gucci, sino que se centra en las dinámicas de poder y la desconfianza que prevalecen en su interior. El estilo visual es elegante y sombrío, con una paleta de colores apagados que reflejan la decadencia moral y el engaño que dominan las relaciones entre los personajes. La dirección es impecable, especialmente en las escenas que capturan la tensión emocional y el drama psicológico.

El elenco es, sin duda, uno de los puntos fuertes de la película. Lady Gaga y Adam Driver se complementan a la perfección en los papeles de Patrizia Reggiani y Maurizio Gucci, respectivamente. Lady Gaga ofrece una interpretación visceral y cautivadora, dotando a Patrizia de una mezcla de vulnerabilidad, determinación y un cierto descaro que la convierten en una protagonista inolvidable. Adam Driver, por su parte, transmite la desesperación y la fragilidad de un hombre atrapado en una red de mentiras y engaños. Jared Leto, en su papel de Tom Ford, aporta una presencia magnética y un carisma innegable, aunque su interpretación, a veces, se siente un tanto exagerada, acercándose a una caricatura del diseñador. El resto del reparto, incluyendo a Brett Dalton y Salma Hayek, ofrecen igualmente sólidas interpretaciones.

El guion, adaptado de la no ficción escrita por Sara Tancredi, es complejo y a menudo confuso. La película explora múltiples líneas argumentales simultáneamente, presentando diferentes perspectivas sobre los eventos que condujeron al asesinato de Maurizio. Si bien esta estrategia narrativa permite una comprensión más profunda de la tragedia, también puede resultar abrumadora para el espectador. El ritmo es desigual, con algunos momentos de gran intensidad y otros de desarrollo más lento. La película se pierde, en ocasiones, en el exceso de detalles y en la dificultad de diferenciar la verdad de las interpretaciones subjetivas de los personajes. A pesar de estas fallas, la película explora con acierto la obsesión por el dinero, la traición familiar y la fragilidad de la imagen pública.

En definitiva, “La casa Gucci” es una película que, aunque no está exenta de errores, es un entretenimiento valioso y visualmente impactante. Ofrece un retrato fascinante de una familia destrozada por la ambición, el engaño y el poder. Es una historia que invita a la reflexión sobre las consecuencias de las decisiones que tomamos y el precio que pagamos por perseguir nuestros sueños.

Nota: 7/10