La chica del valle (1983)

“La Chica del Valle” (Valley Girl) no es solo una película de los 80; es un retrato, casi un estudio de costumbres, de una época y un lugar. A pesar de ser una comedia romántica con un toque moderno, la película de Erin Kellyman y Jake Johnson logra transmitir una atmósfera nostálgica y, a la vez, muy acertada, que evoca el espíritu de los 80, y más en concreto, la cultura californiana de la época. La dirección de Todd Phillips es magistral en la recreación de ese ambiente; no se limita a mostrarlo, lo siente, lo respira. La banda sonora, impecable y llena de referencias a la música pop de la época, contribuye enormemente a esta inmersión. Pero no se trata solo de nostalgia visual; Phillips consigue que la película sea sorprendentemente fresca y actual, sin caer en la mera imitación.

La película gira en torno a Julie, interpretada con una vulnerabilidad encantadora por Kellyman. Julie es un personaje con el que resulta fácil conectar. Es insegura, pero con un sentido del humor agudo y una honestidad brutal que la convierten en protagonista ideal para la trama. Su relación con Randy (Johnson) es el corazón de la película. Johnson aporta al personaje una mezcla perfecta de torpeza juvenil y encanto irresistible. Su química es palpable y, a medida que avanza la historia, su conexión se vuelve más convincente. La película evita los clichés del romance adolescente, presentándonos a dos personas que se atraen genuinamente, sin importar las diferencias sociales o las presiones externas. La película no idealiza el amor, sino que lo muestra tal como es: complejo, a veces torpe, pero siempre auténtico.

El guion, adaptado de la novela de Bret Easton Ellis, es lo más fuerte de la película. La narrativa es inteligente y dinámica, con diálogos rápidos y llenos de ingenio. La película aborda temas como la clase social, las expectativas familiares y la búsqueda de la identidad con una sutileza y un humor mordaz. Además, la película consigue equilibrar con éxito el humor y la sensibilidad, evitando caer en la superficialidad típica de las comedias románticas. La relación entre Julie y Randy no es solo un romance, sino también un choque de mundos que se explora con profundidad y honestidad. El guion también explora las presiones sociales y familiares sobre las mujeres de la época, mostrando cómo se espera que se ajusten a ciertas normas y roles, algo que Julie, con su valentía y su independencia, desafía constantemente.

En definitiva, "La Chica del Valle" es una comedia romántica inteligente, divertida y nostálgica que, a pesar de su ambientación en los 80, tiene mucho que decir sobre la condición humana. Es una película que te hará reír, pensar y, quizás, recordar tus propios días de juventud. La película, aunque no revolucionaria, se destaca por su atmósfera, sus personajes y su guion bien construido. Se trata de un entretenimiento inteligente y que, en definitiva, celebra el poder del amor y la autenticidad.

Nota: 8/10