La Estrella de Laura y los Monstruos de los Sueños (2011)

“La Estrella de Laura y los Monstruos de los Sueños” es una película que, en el fondo, intenta ser mucho más de lo que realmente es. Visualmente, es un festín para los ojos, una explosión de color y creatividad que evoca el espíritu optimista de los años 80, particularmente la estética de las películas de animación de Disney. La dirección de Marc Webb, conocido por su trabajo en "Anuncio de Genio" y "Resplandor Nocturno", logra crear un mundo onírico que es tanto atractivo como inquietante. Sus decisiones estilísticas, combinando efectos digitales impresionantes con elementos de diseño de producción meticulosamente detallados, son consistentemente acertadas y contribuyen a la atmósfera particular de la película. Webb demuestra una maestría en la creación de entornos imaginarios, logrando que el mundo de los sueños de Laura y Tommy parezca a la vez familiar y profundamente extraño.

El núcleo de la narrativa gira, inevitablemente, en torno a la relación entre Laura y Tommy, y las actuaciones de Sophie Wieder y Jacob Tremblay son, sin duda, el punto fuerte de la película. Ambos jóvenes actores ofrecen interpretaciones convincentes y llenas de matices. Wieder, como Laura, transmite una vulnerabilidad y un coraje genuinos, mientras que Tremblay, como Tommy, captura a la perfección el miedo y la determinación de un niño que no se rinde. Su química es palpable y es este vínculo lo que da peso emocional a la aventura. Sin embargo, a veces, la dependencia excesiva en la interpretación infantil puede resultar un tanto limitante, sugiriendo una dirección que a veces sacrifica la complejidad de los personajes por el valor de la ternura.

El guion, escrito por Marc Guggenheim y Ken Doman, es donde la película realmente flaquea. Si bien la premisa de rescatar a un perro de juguete de un sueño es interesante y ofrece un punto de entrada mágico, la ejecución es a menudo simplista y predecible. Los diálogos, a menudo torpes y forzados, recaen con frecuencia en clichés de películas de aventuras familiares. La trama avanza a un ritmo desigual, alternando momentos de acción frenética con largos interludios de construcción de personajes que, aunque necesarios, no siempre logran conectar emocionalmente con el espectador. El desarrollo de los "Monstruos de los Sueños" es particularmente débil; sus motivaciones son vagas y su diseño, aunque visualmente atractivo, carece de profundidad. Se siente como un mero recurso para generar acción, en lugar de un elemento integral de la historia.

A pesar de sus fallos, "La Estrella de Laura y los Monstruos de los Sueños" ofrece un entretenimiento decente, especialmente para el público más joven. El apartado técnico y la actuación de los niños son suficientes para mantener la atención durante su duración. Sin embargo, la película podría haber sido mucho más, si el guion hubiera profundizado en la construcción de sus personajes y explorado las ideas centrales con mayor ambición. La película se queda en la superficie de la fantasía y el juego, sin llegar a ofrecer una reflexión más profunda sobre el miedo, la imaginación y la importancia de la amistad. Es, en definitiva, una experiencia divertida pero superficial que, con un mayor cuidado en la escritura, podría haber trascendido su propia naturaleza infantil.

Nota: 6/10