La extraña que hay en ti (2007)

“La extraña que hay en ti” (We Found Something) no es precisamente una joya cinematográfica que vaya a deslumbrar el panorama actual, pero tampoco es una experiencia del todo decepcionante. La película se presenta como un thriller psicológico sombrío, una historia de venganza que, sin embargo, se ve obstaculizada por una ejecución que, en algunos momentos, se siente predecible y carente de la tensión que uno espera de este género. La trama, centrada en Erica, una mujer devastada por la pérdida de su prometido y decidida a encontrar a los responsables de su brutal ataque, se desarrolla con un ritmo pausado y deliberado, lo que, para algunos espectadores, puede resultar tedioso. Sin embargo, la atmósfera opresiva y la fotografía en tonos grises y azulados logran crear un ambiente inquietante y perturbador que acompañan a la protagonista en su búsqueda de justicia.

La dirección de Leigh Havens es sólida, aunque no particularmente innovadora. La película se beneficia de una cuidadosa construcción de la tensión, utilizando planos largos y detalles visuales impactantes para transmitir el estado emocional de Erica. Hay momentos en los que la película logra evocar un sentido de paranoia y vulnerabilidad, pero esta sensación, a menudo, se diluye en un desarrollo argumental que no explota al máximo su potencial. La película no teme mostrar la brutalidad del ataque y el dolor emocional de Erica, y esto es un punto fuerte que permite al espectador conectar con la protagonista, a pesar de que su comportamiento pueda parecer, a veces, poco racional.

El elenco se presenta con solidez. Toni Collette, quien interpreta a Erica, ofrece una interpretación convincente. Su vulnerabilidad y frustración son palpables, y su evolución a lo largo de la película es interesante, aunque a veces se siente un poco forzada. La actuación del agente de policía, interpretada por Martin Donovan, es discreta pero efectiva, aportando un contrapunto a la impulsividad de Erica. Sin embargo, la relación entre ambos personajes, que debería ser el corazón de la película, no se desarrolla plenamente, quedando en un nivel de tensión superficial.

El guion, escrito por Leigh Havens y Tony Drake, es donde reside el mayor problema de la película. La historia, aunque con una premisa interesante, carece de profundidad y de un desarrollo de personajes más rico. Los diálogos a veces son torpes y la construcción del misterio se resuelve de forma un tanto artificiosa. Se introduce un elemento de fantasía, una entidad extraña que parece estar relacionada con el ataque, pero este elemento no está bien integrado en la narrativa y su propósito es ambiguo. La película parece querer ser una mezcla entre un thriller psicológico, una película de misterio y una historia de terror, pero no consigue dominar ninguno de estos géneros con éxito. La resolución final, aunque satisfactoria, se siente un poco apresurada y no explora completamente las implicaciones de la trama.

Nota: 6/10