La gran fuga (2017)

“La Gran Fuga” (The Driver) no es una película que revolucione el género de acción, pero sí que logra ofrecer una experiencia cinematográfica disfrutable, impulsada por un espíritu de rebeldía juvenil y una dirección inteligente que aprovecha al máximo el paisaje y el ritmo. La película, dirigida por Walter Hill, un veterano de los thrillers de acción, se centra en la relación entre los hermanos Caleb y Jesse, dos ladrones de coches de alto nivel que se encuentran en una constante búsqueda de retos que pongan a prueba sus habilidades y su instinto. Su viaje a la Provenza francesa, lejos de ser un simple telón de fondo, se convierte en una herramienta narrativa esencial, impregnando la trama con una atmósfera de peligro y sofisticación.

La dirección de Walter Hill es, sin duda, el punto fuerte de la película. Utiliza con maestría la cámara, creando planos que resaltan la tensión y la elegancia del robo. Hay una notable atención al detalle en la puesta en escena, que contribuye a la atmósfera de glamour y peligro que la define. La película se mueve a un ritmo pausado, permitiendo que la tensión se acumule gradualmente. No se apresura a mostrar la acción, sino que la construye con cuidado, ofreciendo momentos de intensa emoción que, en cierto modo, superan en intensidad a las escenas de persecución más espectaculares. La banda sonora, minimalista y sofisticada, refuerza esa sensación de peligro inminente.

Las actuaciones son sólidas, especialmente la de Dennis Hopper como Jesse. Hopper, que ya había experimentado con este tipo de roles en “Easy Rider”, ofrece una interpretación convincente como un joven que se debate entre la ambición y la responsabilidad. Su personaje es un individuo complejo, impulsado por el deseo de éxito, pero también atormentado por sus acciones y el impacto que tienen en su vida. La química entre Hopper y Steve McQueen, que interpreta al criminal local, es palpable y añade otra capa de complejidad a la relación. McQueen, aunque con un papel relativamente breve, imparte autoridad y peligro al personaje que interpreta, cumpliendo a la perfección su papel de antagonista. La película no es una exageración de la masculinidad, pero sí que exhibe la búsqueda del poder y el control, un tema recurrente en el universo de Hill.

Sin embargo, no es una película libre de fallas. El guion, aunque funcional, podría haber tenido mayor profundidad en la exploración de los personajes y sus motivaciones. Algunos diálogos son algo torpes y la trama, aunque entretenida, es predecible en algunos momentos. No obstante, la película consigue crear un ambiente único y visualmente impactante, que se aleja de los clichés del género. "La Gran Fuga" es un clásico del cine de acción estilizado, que ofrece una visión particular del mundo de los ladrones, donde la sofisticación y el peligro se mezclan en una danza de adrenalina y riesgo. Es una película que, a pesar de sus limitaciones, se disfruta con gusto y que deja una huella duradera en la memoria del espectador.

Nota: 7.5/10