La guerra de los mundos (2005)

“La Guerra de los Mundos” (2023) no es la película de invasión alienígena que muchos esperaban, ni mucho menos una reimaginación descarada de la novela clásica de H.G. Wells. En lugar de eso, ofrece una historia introspectiva y sorprendentemente melancólica centrada en Ray Ferrier (Tom Cruise), un hombre cuyo mundo se desmorona precisamente en el momento más inesperado: la llegada de una amenaza extraterrestre. La película, dirigida por Michael Bay, utiliza la invasión como catalizador para explorar las consecuencias emocionales del duelo, la culpa paternal y la dificultad de conectar con los seres queridos.

Tom Cruise entrega una actuación notable, elevando la película por encima de la espectacularidad a menudo asociada a su sello. Ray no es un héroe típico; es un hombre roto, atormentado por errores pasados y incapaz de expresar su afecto. Cruise logra transmitir esa complejidad, mostrando vulnerabilidad y un anhelo silencioso de redención que es el núcleo de la narrativa. Su interpretación evita la caricatura, ofreciendo una representación realista del dolor y la desesperación.

La dirección de Michael Bay, como es habitual en su filmografía, es una exhibición de efectos visuales impresionantes. Las batallas son frenéticas, explosivas y, a veces, excesivamente exageradas. Sin embargo, Bay logra mantener un equilibrio, utilizando la escala y el impacto visual para subrayar la magnitud del desastre, pero también para crear momentos de conexión emocional con los personajes. La película aprovecha al máximo los efectos especiales, tanto para crear asombro visual como para intensificar el sentido de peligro inminente.

El guion, en parte escrito por Peter Berg, se centra menos en la acción bélica y más en la evolución del personaje de Ray. La trama se desarrolla a un ritmo pausado, dándole espacio a Ray para procesar sus emociones y tomar decisiones difíciles. El guion no rehuye los elementos más dramáticos, pero lo hace con una sensibilidad que evita caer en el melodrama gratuito. Sin embargo, la estructura narrativa puede resultar algo irregular en algunos momentos, con flashbacks que, aunque importantes para la comprensión del pasado de Ray, a veces interrumpen el flujo de la historia. La película, en esencia, es un drama de supervivencia con un componente de ciencia ficción, y su principal fortaleza reside en la exploración del personaje principal.

La banda sonora de Hans Zimmer, como siempre, es un componente esencial, creando una atmósfera de tensión y peligro constante. Es un acompañamiento perfecto para las imágenes de destrucción y desesperación que se despliegan en la pantalla. En definitiva, “La Guerra de los Mundos” es una película visualmente impactante, con una sólida actuación de Tom Cruise y una banda sonora memorable, aunque su enfoque en el drama personal y su ritmo narrativo pudieran no satisfacer a todos los espectadores esperando un espectáculo de acción más tradicional.

Nota: 7/10