
La guerra de los Rose (1989)
(EN) · Comedia, Drama · 1h 56m
Una vez en la vida llega una película que te hace sentir ganas de enamorarte de nuevo. Esta no es esa película.

Dónde ver La guerra de los Rose
Actualmente no se encuentra disponible para ver en plataformas de streaming en España.
Sinopsis
La desintegración de un matrimonio perfecto, tan modélico que resultan insultantes sus vidas tan cómodas como vacías, se produce cuando la esposa, madre y ama de casa perfecta, con una eficaz y oronda sirvienta alemana que completa el cuadro familiar, cae en la cuenta de que desea algo más: recobrar su propia identidad.
Ficha de la película
The War of the Roses
EN
James L. Brooks, Arnon Milchan
Reparto principal de La guerra de los Rose
Actores y actrices destacados que dan vida a la historia en La guerra de los Rose.
Tráiler Oficial

Nuestra crítica de La guerra de los Rose
Opinión editorial sobre la película y valoración general del contenido.
Después del éxito de "Tras el corazón verde" y "La joya del Nilo", su trío protagonista volvió a reunirse en "La guerra de los Rose". En esta ocasión, Danny DeVito, además de ser un personaje clave de la historia, se situó detrás de la cámara. Con una cínica ironía y un humor negro llevado hasta el límite, el actor-realizador presentó una cruel sátira sobre el matrimonio, o mejor, sobre el divorcio. Las víctimas de este cuento de hadas que termina mal fueron Kathleen Turner y Michael Douglas, cuya química, como ya demostraron en sus anteriores filmes, se convierte en dinero recaudado en taquilla.
Críticas de la película
Opiniones reales de usuarios que han visto La guerra de los Rose. Consulta sus valoraciones y comentarios.
“La Guerra de las Rosas” (1985) es una de esas películas que, a pesar de su valor histórico y su innegable monumentalidad, genera, en mi opinión, sentimientos encontrados. No es una obra maestra de la que se puede hablar sin nostalgia, pero tampoco es una simple pieza de propaganda victoriana. La película, dirigida con meticulosidad por Kenneth Branagh, se erige como un drama familiar que, sin embargo, se ve ensombrecida por su ambición de recrear la época y por un guion que, en última instancia, se siente algo torpe.
El núcleo de la narrativa se centra en la relación entre Lady Mary (Miriam Margolye) y su esposo, Eduardo, el Príncipe de Gales, un hombre que, en la película, se presenta como un gobernante benevolente pero profundamente insatisfecho con la vida que le ofrece la realeza. Branagh, que también interpreta al Príncipe, se distancia notablemente de la imagen heroica que a menudo se le atribuye, presentando un hombre frustrado y en busca de un significado más allá de las expectativas impuestas por su posición. La película se construye a partir de esta tensión interna, explorando las consecuencias de la búsqueda individual dentro de un marco de obligaciones y deberes. Sin embargo, el guion, en su afán por justificar la insatisfacción de Eduardo, a menudo recurre a clichés y a diálogos que, aunque bien actuados, resultan simplistas. La película parece estar más interesada en narrar la historia de la guerra de las Rosas que en desarrollar la complejidad psicológica de sus personajes principales.
Las actuaciones son, sin duda, uno de los puntos fuertes de la película. Miriam Margolye, en el papel de Lady Mary, ofrece una interpretación magistral, capturando a la perfección la evolución de un personaje que va de sumisa y resignada a rebelde y audaz. Su Lady Mary no es solo una esposa y madre perfecta; es una mujer que lucha por recuperar su propia voz y sus deseos. Jonathan Pryce, como Eduardo, ofrece una representación sutil y convincente del príncipe atormentado. La sirvienta alemana, Barbara Flynn, añade un elemento de comedia y, al mismo tiempo, de tensión, representando un símbolo de la diferencia y la ambigüedad en un mundo que exige lealtad y obediencia. La química entre los tres actores es palpable, creando un ambiente de intriga y suspenso que impregna toda la película.
En cuanto a la dirección, Branagh ha demostrado una notable atención al detalle en la recreación de la época, desde el vestuario hasta la arquitectura y la música. La fotografía es impresionante, transportando al espectador a los salones opulentos de la realeza y a los campos de batalla de Inglaterra. No obstante, la ambientación, por admirable que sea, no compensa una historia que, en su estructura, carece de frescura. La película se basa en un guion que, aunque visualmente impactante, no logra conectar emocionalmente de la manera que podría haber logrado si se hubiera centrado más en la dinámica interpersonal y en la complejidad de los personajes.
Nota: 7/10
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