La historia interminable II: El siguiente capítulo (1990)

“La Historia Interminable II: El Siguiente Capítulo” es una secuela que intenta equilibrar la nostalgia con la necesidad de ofrecer una experiencia propia, y en gran medida, lo consigue, aunque sin alcanzar la magia original. La película se siente como un intento consciente de capitalizar el éxito de la primera entrega, pero también como una reflexión sobre las limitaciones de su propio concepto. El director, Chris Columbus, regresa a la dirección, y se nota su toque familiar y cuidado en la estética, una clara apuesta por mantener la atmósfera onírica y evocadora que hizo tan atractiva la primera película.

La historia se centra en Bastian (Tom Blyth), ahora un joven adulto ya adulto, un hombre consumido por la insatisfacción y la sensación de no haber logrado nada. Su vida cotidiana es aburrida y vacía, y él se refugia, de nuevo, en “La Historia Interminable”, buscando una salida a su propia frustración. Este punto de partida es intrínsecamente interesante, ya que permite explorar la relación del protagonista con un libro que, en la primera entrega, era un escape puro. Ahora, el escape se convierte en una búsqueda de significado, una necesidad de encontrar una identidad. Sin embargo, el guion, escrito en gran parte por la creadora original, Diana Christensen, y con contribuciones de episodios de la serie original, a veces se siente un poco forzado en sus explicaciones y, en ocasiones, carece de la fuerza narrativa que caracterizó la primera película. La sensación de que se intenta demasiado explicar el origen de “La Historia Interminable” y su conexión con el universo de Bastian resulta perjudicial para el ritmo general.

Tom Blyth ofrece una actuación sólida como Bastian. Captura la desesperación del personaje y su búsqueda de propósito, pero a veces le falta la inocencia y la vulnerabilidad que lo hacían tan entrañable en la primera entrega. El resto del elenco, con actores como Freya Allan, un rostro familiar que regresa como Diana, y Christoph Waltz, quien aporta un toque de humor y misterio como un ser que se burla de Bastian y sus intentos. Waltz es, sin duda, la joya de la corona, y su presencia eleva considerablemente varios momentos de la película. La química entre Blyth y Waltz es palpable, y las escenas que comparten son memorables.

Visualmente, la película es impresionante. La recreación de “La Historia Interminable” es exquisita, y Columbus, junto con su equipo, logra trasladar fielmente la magia y el terror del libro. Los efectos especiales son modernos y convincentes, pero lo que realmente destaca es el uso del color y la iluminación, que crean una atmósfera onírica y surrealista que te transporta al mundo imaginario de Bastian. Sin embargo, a pesar de la belleza visual, la película a veces se pierde en descripciones excesivas y en un exceso de simbolismo que diluyen el impacto emocional. Se intenta crear un mensaje profundo sobre el tiempo, el destino y la importancia de las decisiones, pero a menudo se hace de forma algo pretenciosa.

En definitiva, “La Historia Interminable II: El Siguiente Capítulo” es una secuela atractiva, pero no excepcional. Aunque no alcanza la calidad de la primera película, ofrece entretenimiento visual y una reflexión interesante sobre la naturaleza de la identidad y el propósito. Es una buena película para los fans de la primera entrega, pero quizás no lo suficiente para atraer a un público nuevo.

Nota: 6.5/10