La ingenua explosiva (1965)

“La ingenua explosiva” (1968) no es, de ninguna manera, una obra maestra cinematográfica. Sin embargo, resulta ser una película sorprendentemente efectiva y, en su época, radicalmente provocadora. Dirigida por Roger Corman y producida por Jack Schwartz, la película no busca la sofisticación narrativa ni los diálogos brillantes; más bien, se entrega a una visceralidad barroca y a una crítica social contundente, salpicada de acción y, en ocasiones, un humor negro bastante ácido.

La dirección de Corman es incisiva en su uso de la cámara. La película no rehúye de la violencia, pero la presenta con un realismo desarmante que, para la época, era bastante audaz. La iluminación, casi siempre oscura, y el montaje rápido, contribuyen a crear una atmósfera opresiva y claustrofóbica que refleja la desesperación de Cat Balou, interpretada de forma magnética por Jane Fonda. Fonda, que estaba en su mejor momento, logra transmitir una mezcla de vulnerabilidad y determinación que hace que la audiencia simpatice con su personaje, a pesar de sus actos violentos.

Lee Marvin, como Kid Shelleen, ofrece una actuación sorprendentemente sutil y conmovedora. Su personaje, un borracho y pistolero desaliñado, es un contrapunto interesante a la rebeldía de Cat. La química entre Fonda y Marvin es palpable, y sus interacciones son cruciales para el desarrollo de la trama y la construcción del drama. El guion, aunque a veces torpe y con algunos diálogos que suenan un poco forzados, logra capturar la esencia del Oeste americano de la época: la lucha por la tierra, la violencia y la injusticia. La película no idealiza el pasado; presenta una visión dura y sin concesiones de la vida en el Oeste.

Una de las cosas que más destaca de “La ingenua explosiva” es su mensaje. Es una película que cuestiona las motivaciones de la expansión del ferrocarril y la destrucción de las comunidades indígenas y familiares. La venganza de Cat Balou no es solo una cuestión personal; es una respuesta a un sistema que está destruyendo su mundo. La película no ofrece soluciones fáciles, pero invita al espectador a reflexionar sobre las consecuencias de la ambición y la codicia. Si bien la película puede parecer un cliché del género western, su crítica social subyacente la eleva por encima de la simple acción y violencia.

En definitiva, “La ingenua explosiva” es una película memorable, aunque imperfecta. Es un ejemplo de la audacia y la rebeldía del cine de Roger Corman, y una muestra de la fuerza de Jane Fonda como actriz. Es una película que merece ser vista, no solo por su acción y violencia, sino por su mensaje provocador y su retrato de un Oeste americano convulso y desafiante.

Nota: 7/10