La ira (The Rage: Carrie 2) (1999)

(EN) · Terror, Suspense, Ciencia ficción · 1h 47m

Hay miradas que matan

Póster de La ira (The Rage: Carrie 2)
Media
2.2 /10

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Dónde ver La ira (The Rage: Carrie 2)

La película La ira (The Rage: Carrie 2) está disponible para ver online a través de las plataformas de streaming: Amazon Prime Video, Amazon Prime Video With Ads. Consulta a continuación dónde puedes verla directamente.

Sinopsis

Secuela de "Carrie". Rachel vive apartada de sus compañeros, y en el instituto nadie habla con ella. Pero esta joven introvertida no se aisla sin motivo: ella sabe que es diferente y quiere ocultar a toda costa eso que le hace sentir distinta: su capacidad para mover los objetos con la mente, el don secreto de la telequinesis. El amor llama a su puerta, pero las consecuencias de lo que va a descubrir serán terribles.

Ficha de la película

Título original

The Rage: Carrie 2


Estreno



Idioma original

EN


Dirección

Guionista

Paul Monash


Reparto principal de La ira (The Rage: Carrie 2)

Actores y actrices destacados que dan vida a la historia en La ira (The Rage: Carrie 2).

Críticas de la película

Opiniones reales de usuarios que han visto La ira (The Rage: Carrie 2). Consulta sus valoraciones y comentarios.

Tomás Navarro
⭐⭐⭐⭐⭐⭐ (6.0/10)

“La Ira (The Rage: Carrie 2)” no es una secuela que aspire a redefinir el legado de “Carrie”, la emblemática obra de Brian De Palma. Más bien, es un ejercicio de homenaje, una relectura sutil pero perceptible de las temáticas centrales de la primera película, pero con un enfoque y un tono distintos. Esta nueva entrega, dirigida por Mark Waters, se centra en Rachel Lambert (Angela Jolie), una adolescente que, como su predecesora, posee un don extraordinario: la telequinesis. Pero la diferencia reside en la presentación y la exploración de sus secuelas emocionales. Si la Carrie original se caracterizaba por la soledad y la venganza, esta Rachel vive en un aislamiento más profundo, fruto de una infancia marcada por el silencio y la desconfianza.

Waters opta por un estilo visual menos opresivo que el de De Palma. La película, aunque contiene momentos de tensión, se aprecia una mayor libertad en la composición y la iluminación. Sin embargo, esta decisión estética, aunque elegante, a veces sacrifica la atmósfera claustrofóbica y la sensación de amenaza latente que eran distintivas de la primera entrega. La dirección intenta mantener la melancolía y la introspección, pero lo hace con un enfoque menos gótico y más contemporáneo. No se busca el horror visceral, sino la incomodidad psicológica, y a veces esta búsqueda resulta en una sensación de artificio, como si el director estuviera intentando replicar la esencia de la película original sin comprender del todo su alma.

La actuación de Angela Jolie es, sin duda, el corazón de la película. Ella retrata la fragilidad y el tormento interno de Rachel con una sensibilidad admirable. Su Rachel no es una víctima pasiva, sino una joven que lucha por encontrar su lugar en el mundo, atormentada por su poder y por el miedo a ser juzgada. Las escenas donde experimenta con su don, y las consecuencias de sus acciones, son las más efectivas de la película, mostrando un retrato honesto de la ansiedad y la vulnerabilidad. Los secundarios, por otro lado, son menos memorables, aunque cumplen su función para desarrollar la trama y explorar las relaciones sociales de Rachel.

El guion, a pesar de su intento de abordar temas como la adolescencia, la soledad y la aceptación, se siente a veces desorientado. El desarrollo de la trama avanza de forma irregular, con subplots que no llegan a desarrollarse plenamente. El romance, central en la película, es superficial y carece de profundidad. La película, en su conjunto, trata de abordar la naturaleza del poder y su impacto en la vida de quien lo posee, pero al final, lo que realmente ofrece es una historia de "cómo sobrevivir a la adolescencia con un don especial". La exploración psicológica del trauma y la dificultad de la aceptación individual, aunque presente, no alcanza el nivel de profundidad que la primera película, con su enfoque más visceral, logró conseguir.

Nota: 6/10

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