La leyenda de Paul Newman (2023)

“La leyenda de Paul Newman” no es simplemente un documental sobre la vida de un actor, sino una disección meticulosa de la compleja personalidad de un hombre que se resistió a ser reducido a un icono de Hollywood. El documental se adentra en la intimidad de Newman, revelando una figura contradictoria: un gigante de la industria que, sin embargo, cultivó un aura de misterio y privacidad que lo protegía de los escrutinios y las presiones mediáticas. Este aspecto, la lucha constante por preservar su individualidad, es, en mi opinión, el corazón de la película y lo que la convierte en algo más profundo que un simple repaso biográfico.

La dirección de David Thompson es excepcional. No se trata de una narrativa lineal y cronológica, sino de una construcción poética que entrelaza imágenes de sus películas más emblemáticas con fragmentos de su vida personal, entrevistas con sus compañeros de reparto y directores, y planos de sus apasionadas carreras de coches. Esta técnica permite al espectador comprender la influencia de su experiencia vital en su arte, mostrando cómo la disciplina y la búsqueda de la perfección que ejerció en el mundo del automovilismo se reflejaban en su exigencia como actor. La elección musical también es acertada, creando una atmósfera que oscila entre la nostalgia y la tensión, enfatizando las diferentes facetas de Newman.

Las actuaciones de Newman, por supuesto, son omnipresentes, pero el documental va más allá de la mera exhibición de sus interpretaciones. Nos muestra el proceso creativo, la meticulosidad con la que preparaba cada papel, su obsesión por la investigación y su deseo constante de superar sus propios límites. Vemos cómo, en películas como “Hud” o “El corredor del viento”, no solo interpretaba un personaje, sino que se convertía en él, sumergiéndose en sus motivaciones, sus frustraciones y su dolor. La película explora particularmente su relación con el personaje de Hud, una compleja mezcla de admiración y desprecio que refleja la propia lucha de Newman por mantener su independencia.

Sin embargo, el guion no se limita a la cronología de su carrera. Se adentra en la razón detrás de su comportamiento, explorando su reticencia a participar en películas de béstie, su apoyo a causas sociales controvertidas y su afición por el whisky. El documental no rehuye las críticas que se le hicieron a lo largo de su vida, mostrándolo como un hombre conflictivo, a menudo difícil de trabajar y propensa a la autodestrucción. Es una visión honesta y sin filtros, que evita la idealización y presenta a Newman como un ser humano complejo y contradictorio.

“La leyenda de Paul Newman” no es un documental fácil de ver. Requiere un cierto nivel de compromiso por parte del espectador, pero recompensa con una comprensión más profunda de uno de los actores más grandes de la historia del cine. Es una carta de amor a un hombre que, a pesar de su fama y su éxito, siempre se mantuvo fiel a sí mismo.

Nota: 8.5/10