La leyenda de Ragnarok (2013)

“La Leyenda de Ragnarok” es una película que, si bien pretende ofrecer un relato épico y visualmente ambicioso, termina siendo una experiencia desigual. El filme, ambientado en el año 833 d.C., se centra en un grupo de vikingos que abandonan su hogar y su ganado a orillas de un lago, una decisión que, siglos después, desencadena una serie de eventos que sacudirán el mundo. La película no rehúye el espectáculo visual; el despliegue de la nave Oseberg, rescatada de un hundimiento milenario, es de primer orden, un logro de diseño de producción y efectos visuales que merece reconocimiento. La reconstrucción de la nave es sumamente detallada y la ambientación, con un paisaje nórdico y sombrío, logra evocar la atmósfera de la época con solidez. Sin embargo, este esfuerzo técnico no logra compensar las fallas narrativas y de ritmo que la aquejan.

La dirección de Jorunn Kristiansen se centra en la imagen, a veces a expensas del desarrollo de los personajes. Si bien la fotografía es, en general, impecable, con escenas de gran impacto visual, la película carece de una dirección más enfocada en la trama. Hay momentos en los que la película se pierde en descripciones excesivas y expositivas, desaprovechando oportunidades para profundizar en las motivaciones de los personajes y en las complejidades de la historia. La película intenta combinar elementos de aventura, thriller arqueológico y drama familiar, pero el resultado es una mezcla un tanto diluida, donde las diferentes líneas argumentales no se entrelazan de forma cohesiva.

El reparto, liderado por el carismático Joel Kinnaman en el papel del arqueólogo Erik, ofrece actuaciones sólidas. Kinnaman transmite la determinación y la pasión de Erik, mostrando un buen equilibrio entre la curiosidad científica y la vulnerabilidad personal. Alida Gustafsson, como la hermana de Erik, aporta una profundidad emocional que contrasta con la frialdad inicial de la trama. No obstante, el desarrollo de muchos personajes secundarios es superficial, reduciéndolos a arquetipos que cumplen su función sin aportar mayor riqueza al relato. Se podría haber aprovechado más el potencial de las relaciones familiares y los conflictos internos de la tripulación del barco.

La película se basa en una historia que, aunque sacada de un mito nórdico, pierde parte de su fuerza en la adaptación cinematográfica. El misterio que rodea la nave Oseberg, si bien es intrigante, no se explora con la profundidad que merece. El ritmo de la narración es errático, alternando momentos de acción vertiginosa con escenas de contemplación que parecen alargadas innecesariamente. Además, la película recurre a clichés del género de aventuras y a ciertos elementos de suspense que, aunque efectivos a corto plazo, resultan predecibles. La gran promesa de un relato sobre el origen de los mitos nórdicos se diluye en una producción más preocupada por el espectáculo que por la sustancia.

En definitiva, “La Leyenda de Ragnarok” es una película visualmente atractiva pero narrativamente decepcionante. Podría haber sido una obra maestra, pero se queda a medio camino, con una gran apuesta visual que no se complementa con un guion sólido y un desarrollo de personajes más profundo. La ambición se ve eclipsada por la ejecución.

Nota: 6/10