“La Liga de la Justicia: Guerra” no es la película de superhéroes que muchos esperábamos, ni mucho menos la que podríamos haber tenido. Más allá del atractivo visual del universo DC, esta entrega animada, dirigida por Bruce Winson, resulta un ejercicio interesante, aunque no especialmente brillante, sobre la dinámica entre individuos con habilidades extraordinarias. La película se centra en la formación de esta legendaria liga, explorando, con un grado de éxito, las tensiones y los desacuerdos inherentes a la idea de reunir a seres con ideales y métodos tan diferentes. El guion, por lo que respecta a la narrativa general, no logra superar su propia premisa, recurriendo a un cliché de “superhéroes con problemas de relación” que se siente predecible y a veces superficial.
La dirección de Winson, sin embargo, logra mantener un ritmo dinámico y visualmente estimulante. Las secuencias de acción, coreografiadas con un detalle notable, son la joya de la corona. La animación, generalmente de alta calidad, ofrece un realismo sorprendente en las expresiones y movimientos de los personajes, contribuyendo a que las peleas resulten impactantes y convincentes. Se aprecia un claro esfuerzo por emular el estilo de animación de los cómics, con fondos detallados y efectos visuales que evocan la estética de la era dorada del cómic. Es un aspecto técnico que, sin duda, merece ser alabado.
El reparto de voces es competente, con interpretaciones sólidas de Zachary Quinto como Superman, Gal Gadot como Wonder Woman y Kevin Conroy como Batman. Sin embargo, la caracterización de los personajes podría haber sido más profunda. Aunque se intenta mostrar sus motivaciones y conflictos internos, a menudo se les percibe como arquetipos caricaturescos, desprovistos de una verdadera complejidad emocional. La relación entre Batman y Linterna Verde, en particular, se siente forzada y poco convincente; sus constantes discusiones sobre la naturaleza de los poderes y la humanidad carecen de una justificación sólida en la trama. Superman, aunque presentado como una figura paternal, mantiene una cierta frialdad que dificulta su conexión con el resto de los héroes.
La película intenta abordar temas como el sacrificio, la responsabilidad y la importancia de la colaboración, pero lo hace de forma diluida. La amenaza alienígena, aunque presente, se siente secundaria respecto a los problemas internos de los héroes. La trama se centra más en la creación del conflicto entre ellos que en la resolución de la crisis. La batalla final, aunque espectacular, es un punto culminante desaprovechado, pues no explota al máximo el potencial de un enfrentamiento entre los superhéroes más emblemáticos del universo DC. En resumen, “La Liga de la Justicia: Guerra” es una película de acción animada divertida, entretenida y con un sólido apartado técnico, pero que sacrifica la profundidad narrativa y la complejidad de los personajes en favor de la espectacularidad visual. Es un punto de partida, más que un final.
Nota: 6/10