La lista (2008)

“La Lista” (The List) es una película que, a primera vista, podría parecer una sencilla comedia negra con toques de thriller, pero bajo su superficie aparentemente ligera, se revela una exploración notablemente sofisticada del aislamiento, la redención y las consecuencias imprevistas de un nuevo comienzo. La película, dirigida con una delicadeza sorprendente por parte de Steven Soderbergh, no se dedica a los clichés del género y, en cambio, opta por una observación precisa del personaje de Jonathan (Ewan McGregor) y su lento proceso de transformación.

McGregor entrega una actuación magistral. Su Jonathan, un hombre torpe y retraído, que vive atrapado en una rutina monótona y en su propio mundo, es un personaje profundamente humano y vulnerable. La evolución de Jonathan, desde su incapacidad para conectar con los demás hasta su inesperada participación en una investigación criminal, es el corazón de la película. La película permite a McGregor mostrar un arco de actuación impresionante, capturando la mezcla de nerviosismo, confusión y, finalmente, un destello de coraje. Hugh Jackman, aunque con un papel más limitado, aporta una energía contagiosa y un carisma magnético que contrasta perfectamente con la timidez de Jonathan. Su interpretación como Wyatt es un alivio cómico bien colocado y una conexión vital para el desarrollo del personaje principal.

La dirección de Soderbergh es, sin duda, uno de los puntos fuertes de la película. Evita los excesos visuales y se concentra en la construcción de la atmósfera, utilizando la cámara de manera discreta y efectiva para reflejar el estado emocional de los personajes. La película no se basa en explosiones o persecuciones; en cambio, crea tensión a través de la sugerencia, el diálogo y la descripción minuciosa de los personajes. El guion, adaptado de la novela de Jon Duhig, es inteligente y bien construido. Las conversaciones son agudas y reveladoras, explorando temas como la soledad, la identidad y la búsqueda de significado. La trama, aunque compleja, se desarrolla de manera orgánica y mantiene al espectador enganchado gracias a la intrincada red de personajes y las constantes sorpresas. Soderbergh evita las soluciones fáciles y presenta la película con una perspectiva que invita a la reflexión sobre la moralidad y la justicia.

Sin embargo, la película no está exenta de imperfecciones. Algunas subtramas podrían haberse desarrollado con mayor profundidad y el ritmo, en ciertos momentos, es un poco irregular. No obstante, estos pequeños defectos no empañan la experiencia general, que es, en última instancia, una película satisfactoria y, a veces, sorprendentemente conmovedora. “La Lista” es una miniserie que, gracias a su dirección, actuaciones y guion inteligente, se queda en la memoria del espectador mucho después de que los créditos finales hayan terminado de rodar.

Nota: 7.8/10