“La Loca Historia de los Tres Mosqueteros” (2023) es una aventura cinematográfica que, a pesar de contar con una previsible premisa y un ritmo a veces desigual, logra entretener y, en cierto modo, evocar el espíritu de la época, aunque con una estética que se aparta significativamente de la grandilocuencia del siglo XVII. La película, dirigida por Matthew Vaughn, se distancia considerablemente de las adaptaciones más clásicas del relato de Dumas, optando por un tono más irreverente y, en ocasiones, casi cómico, que funciona sorprendentemente bien. La película se centra en la Reina Ana de Austria, interpretada con una vitalidad desarmante por Millie Bobby Brown. Brown aporta una personalidad fuerte y decidida a un personaje que a menudo se reduce a un mero objeto de deseo en las versiones anteriores. Su Ana no es la reina frágil y vulnerable, sino una mujer astuta, inteligente y, sobre todo, implacable en su deseo de recuperar el liguero de pedrería robado. La química entre Brown y el Capitán D’Artagnan, interpretado por Charlie Heaton, es uno de los puntos fuertes de la película. La relación entre ambos evoluciona de una rivalidad inicial a un vínculo de respeto mutuo y, finalmente, a una atracción magnética, pero sin recurrir a clichés melodramáticos. Heaton ofrece una actuación sólida y convincente, aportando una vulnerabilidad inesperada al noble mosquetero. La dirección de Vaughn es visualmente impactante. El uso de la cámara, especialmente en las secuencias de acción, es dinámico y frenético, aunque a veces se inclina hacia la exageración. Las coreografías de lucha son espectaculares y, en general, muy bien coreografiadas. Sin embargo, la película a veces sacrifica la sutileza y la tensión por el puro espectáculo, y esto se percibe en algunos momentos. El vestuario y los decorados son impecables y transportan al espectador a una Francia de principios del siglo XVII, con un glamour y una elegancia que contrastan con la brutalidad de la intriga política. El guion, escrito por Matthew Barry y Jake Dunn, toma ciertas libertades con la novela de Dumas, simplificando algunos elementos y añadiendo nuevos giros argumentales. La trama, aunque predecible en su desarrollo general, ofrece momentos de genuina sorpresa y suspense. La antagonización del Cardenal Richelieu, interpretado por Christopher Plummer, es eficiente, aunque su motivación, a veces, parece un tanto diluida. La película se aferra a la esencia del conflicto entre la nobleza y la rebelión, pero la historia se centra más en la aventura y el entretenimiento que en la profundidad de los personajes o la complejidad de las relaciones. Es una película ligera que se disfruta sin pretensiones, pero que no deja de ser divertida.
Nota: 6.5/10