La mejor juventud (2003)

“La Mejor Juventud” no es, simplemente, una película familiar; es un retrato visceral de la ambición, la desilusión y el peso de las expectativas. Edoardo De Angelis, en su debut cinematográfico, nos entrega una obra que, a pesar de su duración, mantiene una intensidad cautivadora. La película explora el vínculo inquebrantable entre dos hermanos, Nicola y Matteo, a lo largo de cinco décadas, a través de una lente que revela las tormentas internas que sus sueños, sus aspiraciones y sus destinos, finalmente, los dividen.

Las actuaciones son, sin duda, uno de los pilares fundamentales del éxito de la película. Luigi Lo Cascio, como Nicola, transmite una elegancia y una melancolía profundamente conmovedoras. Su lucha por la estabilidad y el éxito profesional, contrastando con la frustración de un deseo latente por una vida más allá de la burocracia, resulta increíblemente humana. Sin embargo, es Alessio Boni, interpretando a Matteo, el que realmente roba la escena. Su personaje, marcado por una rebeldía incontenible y una necesidad de sentirse vivo, se convierte en un espejo de la adolescencia desafiada y en un catalizador para el conflicto central. Pero la verdadera joya de la película reside en Jasmine Trinca, quien encarna a Giorgia con una intensidad deslumbrante. Su personaje, complejo y perturbado, no se reduce a ser simplemente una “mala influencia”; Trinca explora las raíces de su inestabilidad con una sensibilidad que obliga al espectador a cuestionar los límites de la normalidad y a empatizar con un ser que, a pesar de su comportamiento, busca desesperadamente una forma de ser comprendida.

La dirección de De Angelis es notable por su capacidad para tejer una narrativa no lineal que alterna entre la infancia idílica y la adultez marcada por la desilusión. La película utiliza magistralmente los cambios de época, desde los colores vibrantes de los años 60 hasta la atmósfera gris y opaca de la actualidad, para ilustrar el lento desmoronamiento de los sueños de los hermanos. El guion, escrito por De Angelis y Cristiano Camponeschi, es rico en matices y en diálogos que revelan las complejidades de las relaciones familiares. No simplifica los personajes, sino que los presenta con sus contradicciones, sus miedos y sus esperanzas. La película se toma su tiempo para desarrollar la historia, permitiendo al espectador sumergirse en la vida de los personajes y comprender las motivaciones detrás de sus decisiones. La banda sonora, cuidadosamente seleccionada, complementa a la perfección las escenas, contribuyendo a la atmósfera emotiva de la película.

A pesar de su ritmo pausado, “La Mejor Juventud” es una experiencia cinematográfica profundamente resonante. Es una película sobre el precio de la ambición, la dificultad de mantenerse fiel a uno mismo y la inevitable distancia que puede surgir entre los hermanos. Es, en definitiva, un homenaje al poder de la memoria y a la fuerza de los lazos familiares, incluso cuando estos se rompen.

Nota: 8.5/10