La mujer del predicador (1996)

“La mujer del predicador” (The Preacher’s Wife), una comedia familiar con toques de fantasía y drama religioso, es una película que, en retrospectiva, revela un desconcierto. Inicialmente atractiva por su premisa y sus potenciales elementos fantásticos, la película termina siendo una mezcla confusa y, en última instancia, decepcionante. La idea de un ángel enviado para ayudar a un predicador atormentado por problemas matrimoniales y la amenaza de la especulación inmobiliaria ofrece un punto de partida interesante, pero la ejecución es predecible y carente de la chispa que podría haberla elevado a algo memorable.

La dirección de Ernest Herbert Johnson es competente, pero nunca llega a ser particularmente audaz o visualmente impactante. Se apega a la fórmula de comedia familiar, manteniendo un ritmo constante pero sin ofrecer momentos verdaderamente sorprendentes. El uso de la música, que es un sello distintivo del cine de la época (y en particular de los trabajos de Johnson), es abundante y a menudo melancólico, aunque en ocasiones se siente un poco melodramático y fuera de lugar dentro de la trama.

Las actuaciones son una mezcla de buenos y malos. Dennis Quaid encarna a Henry Biggs, el reverendo atormentado, con una sutil credibilidad, transmitiendo la desesperación y el conflicto interno del personaje. Su interpretación es honesta, pero la película no le permite explorar la profundidad de su personaje. Ioan Gruffudd, en el papel de Dudley, el ángel, ofrece un toque de comedia, pero su personaje, en última instancia, carece de personalidad y se siente como un arquetipo más que un individuo real. Theresa Hollis, como la esposa de Henry, Julia, tiene un papel limitado y no logra generar un interés real en su destino. El antagonista, Joe Hamilton, interpretado por Charles S. Dutton, es unidimensional y fácilmente derrotable.

El guion, escrito por Robert Martin y Stanley R. Greenberg, es el principal punto débil de la película. Las situaciones, aunque divertidas en el papel, a menudo se sienten forzadas y poco naturales. El desarrollo de la trama es lineal y predecible, evitando cualquier giro inesperado o complicación significativa. El mensaje religioso, aunque presente, se introduce de forma superficial y no es realmente central para la historia. Se siente como un aderezo ornamental en lugar de un elemento fundamental. La película intenta equilibrar el drama familiar, la comedia y el elemento sobrenatural, pero termina fallando en todas estas áreas. Se pierde el equilibrio y el resultado es una mezcla agria, que no logra conectar emocionalmente con el espectador.

En resumen, "La mujer del predicador" es una comedia familiar ligera que, a pesar de sus intenciones, no logra destacar. Su guion predecible, las actuaciones mediocres y la dirección poco original la convierten en una experiencia olvidable. Es una película que ofrece entretenimiento superficial, pero sin sustancia ni impacto duradero.

Nota: 5/10