“La Mujer Rey” no es solo una película de acción, ni un simple relato de guerra, sino una declaración contundente sobre honor, poder y la resiliencia del espíritu humano. Basada en eventos reales que tuvieron lugar en el Reino de Dahomey, un reino africano excepcionalmente poderoso y complejo, la película nos sumerge en un mundo donde las mujeres desempeñan un papel crucial, desafiando las convenciones sociales y militares de su época. La dirección de Gareth Evans es magistral, logrando crear una atmósfera densa, visceral y brutalmente realista que te atrapa desde el primer plano. No se rehúye a mostrar la ferocidad de la guerra, pero lo hace con una elegancia visual y una atención al detalle que eleva la experiencia cinematográfica.
La película se centra en Nanisca (Viola Davis), una general implacable y profundamente marcada por las pérdidas, y Nawi (Thuso Mbedu), una joven guerrera con un sediento de venganza y un deseo inquebrantable de demostrar su valía. La relación entre ambas es el corazón emocional de la película. Davis entrega una actuación fenomenal, transmitiendo la dureza, la sabiduría y la vulnerabilidad de un líder que ha visto demasiado. Mbedu, por su parte, evoluciona a lo largo de la historia, pasando de ser una recluta insegura a una guerrera audaz y decidida. La química entre ambas actrices es palpable y fundamental para el éxito de la película. Observar cómo Nanisca se convierte en una mentora para Nawi, guiándola a través de la brutalidad de la guerra y las intrigas políticas del reino, es una de las mejores partes del filme.
El guion, adaptado de los libros de Hilary Mantel, es inteligente y desafiante. No se limita a simplificar la historia en una narrativa de héroes y villanos; presenta a los personajes con múltiples capas y motivaciones. Se exploran las complejidades políticas del reino, las tensiones internas entre las diferentes facciones y las consecuencias devastadoras de la esclavitud. La película no solo muestra la brutalidad de las batallas, sino que también profundiza en los aspectos más sutiles de la guerra, como el impacto psicológico en los soldados y la manipulación política. Además, la película aborda de manera respetuosa y reflexiva el tema de la esclavitud, mostrando el horror y la injusticia de este sistema. La cinematografía, en consonancia con el tono, es de una belleza inquietante, con planos que enfatizan la intensidad de los combates y la grandiosidad del paisaje. Los efectos visuales, utilizados con moderación, sirven para amplificar la sensación de inmersión y realismo.
Si bien algunos podrían argumentar que la película se centra demasiado en la violencia y que la trama podría haberse beneficiado de un desarrollo más detallado de algunos personajes secundarios, considero que estos pequeños defectos son insignificantes en comparación con la fuerza y el impacto general de la película. “La Mujer Rey” es un hito en el cine contemporáneo, una película valiente y poderosa que merece ser vista y discutida. Es una celebración de la mujer africana, su fuerza, su resistencia y su capacidad para desafiar las normas y escribir su propia historia.
Nota: 8.5/10