La música nunca dejó de sonar (2011)

(EN) · Drama · 1h 45m

"Si yo conociera el camino, me gustaría llevarte a casa"

Póster de La música nunca dejó de sonar
Media
7.2 /10

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Sinopsis

Basada en el caso de estudio de Oliver Sacks, 'El último hippie', la primera película de Jim Kohlberg examina una familia dividida por el choque cultural y generacional de los años 60. 20 años después de que su hijo huyera de casa, Henry y Helen Sawyer lo encuentran en un hospital, enfermo de un tumor cerebral que le hace incapaz de distinguir entre el pasado y el presente. Sólo reacciona ante la música rock que solía escuchar, de modo que sus padres le buscan una terapeuta musical para ayudarle con su recuperación.

Ficha de la película

Título original

La música nunca dejó de sonar


Estreno


Géneros

Idioma original

EN


Dirección

Guionista

Julie W. Noll, Jim Kohlberg, Peter Newman, Greg Johnson


Reparto principal de La música nunca dejó de sonar

Actores y actrices destacados que dan vida a la historia en La música nunca dejó de sonar.

Críticas de la película

Opiniones reales de usuarios que han visto La música nunca dejó de sonar. Consulta sus valoraciones y comentarios.

Ignacio Sáez
⭐⭐⭐⭐⭐⭐⭐ (7.0/10)

‘La música nunca dejó de sonar’ (The Music Never Stopped) es una película que se instala en la memoria como un espejismo del recuerdo, una evocación melancólica de una época y de las grietas que la dividieron. La película, basada en el caso clínico real de Oliver Sacks, captura la desorientación y el dolor de un hombre, Henry, que tras sufrir un tumor cerebral, se ha quedado atrapado en un presente que es para él un eterno ayer. El director Jim Kohlberg logra, con una sensibilidad cuidada, la fragilidad y el poder de la memoria, y la manera en que ésta puede ser tanto una bendición como una maldición.

La dirección de Kohlberg es, en general, discreta pero efectiva. No se busca la grandilocuencia ni el melodrama, sino una aproximación humana y cercana a la realidad del personaje. La película se construye sobre las interacciones entre Henry y sus padres, Helen y Peter, quien ha muerto años atrás. La tensión emocional se genera sutilmente, a través de miradas, silencios y momentos de conexión interrumpida. Kohlberg consigue transmitir la angustia existencial del protagonista, no con grandes efectos visuales, sino con un uso inteligente de la luz y el sonido, creando un ambiente opresivo pero también lleno de esperanza. A veces, la película podría beneficiarse de un ritmo más dinámico, pero la atmósfera contemplativa es, en última instancia, la que más impacta.

Las actuaciones son, sin duda, uno de los puntos fuertes de la película. Michael Caine ofrece una interpretación magistral como Peter Sawyer, el padre fallecido, cuya presencia se siente a lo largo de toda la narrativa. Su recuerdo, y el intento de Helen de mantener vivo su espíritu, se manifiestan a través de fragmentos de conversaciones y objetos personales. La actuación de Martin Freeman como Henry es particularmente conmovedora. Freeman consigue transmitir la confusión, la frustración y, en ocasiones, un destello de lucidez que ilumina su dolor. La química entre Freeman y la actriz que interpreta a Helen (Diane Kruger) es palpable, reflejando la complejidad de su relación familiar.

El guion, adaptado de la obra de Sacks, es inteligente y no se deja llevar por la sentimentalidad fácil. Se centra en el proceso de recuperación de Henry, mostrando la importancia de la música como un puente hacia el pasado, un catalizador para la memoria. La película explora, de manera no dogmática, el papel de la música en la construcción de la identidad y la forma en que el trauma puede alterar nuestra percepción del tiempo. Aunque el argumento es relativamente sencillo, la película plantea preguntas profundas sobre la naturaleza de la memoria, la identidad y el duelo. La inclusión del caso real de Oliver Sacks le da un peso y una validez a la historia, elevándola por encima de la mera narrativa familiar.

En definitiva, ‘La música nunca dejó de sonar’ es una película que invita a la reflexión y que toca fibras sensibles. No es un drama grandioso, sino un retrato íntimo y conmovedor de un hombre que lucha por recuperar su pasado y encontrar su lugar en el presente. Es una pequeña joya cinematográfica que merece ser vista y recordada.

Nota: 7/10

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