La noche de los generales (1967)

“La noche de los generales” es, en esencia, un thriller psicológico que se inserta dentro de la compleja y sombría realidad de la ocupación alemana de Varsovia. La película, dirigida por Andrzej Wajda, no se centra en una confrontación bélica directa, sino en la atmósfera opresiva y el miedo palpable que permeaba la ciudad bajo el yugo del Tercer Reich. Wajda, con su habitual maestría narrativa, construye una historia inquietante que explora la fragilidad de la verdad y la facilidad con la que la justicia puede ser silenciada por el poder.

El guion, adaptado de la novela de Stefan Żeromski, es notable por su lentitud deliberada y su atención al detalle. Wajda, junto con su equipo, no busca sensacionalismos fáciles. La película se desarrolla en un ritmo pausado, casi glacial, que refleja la lentitud de la investigación y la desconfianza generalizada. Esta deliberación, aunque puede resultar frustrante para algunos espectadores acostumbrados a narrativas más aceleradas, es fundamental para la creación de la atmósfera de paranoia y sospecha que impulsa la trama. Se presta especial atención a los pequeños gestos, a las miradas fugaces, a las conversaciones cortas y aparentemente insignificantes, que revelan gradualmente la complejidad de las relaciones entre los personajes y la multiplicidad de posibles culpables.

Las actuaciones son, en su mayoría, excepcionales. Stanislav Bohuslav, como el mayor Grau, transmite con maestría la ambigüedad y la crueldad de un hombre que parece estar dispuesto a todo para proteger sus intereses. Su interpretación no es de un hombre abiertamente malvado, sino de alguien que ha aprendido a navegar en un mundo donde la moralidad es relativa y la supervivencia depende de la astucia. El resto del reparto, incluyendo a Andrzej Stawiarski como el comandante Lasocki, y Halina Brodzka como la prostituta, contribuye a la atmósfera densa y opresiva. La presencia de actores conocidos no es un factor dominante; lo importante es la credibilidad de sus personajes y su capacidad para transmitir emociones sutiles.

Sin embargo, la película no está exenta de algunas debilidades. El final, aunque impactante, puede parecer un poco abrupto y simplificado. La idea de un psicópata como la verdadera mente maestra detrás del crimen se siente, en cierto modo, como un recurso narrativo prefabricado. Aunque efectiva, la resolución del misterio no llega a tener el mismo peso emocional que la investigación en sí. A pesar de esto, "La noche de los generales" es una obra importante del cine polaco, un reflejo inquietante de un período oscuro de la historia y un estudio psicológico fascinante sobre la naturaleza del poder y la corrupción.

Nota: 7/10