La oveja Shaun, la película Granjaguedón (2019)

“La oveja Shaun, la película Granjaguedón” no es solo una película animada, es una carta de amor a las películas de ciencia ficción clásicas, interpretadas a través de una lente rústica y profundamente conmovedora. Nick Park y su equipo han creado una obra maestra que equilibra magistralmente la comedia slapstick, la aventura y el drama emocional, ofreciendo una experiencia cinematográfica genuinamente única. Más allá de su evidente atractivo para el público infantil, la película posee una profundidad y un alcance que la elevan a un nivel superior, convirtiéndose en un referente para el género.

La dirección de Park es impecable. Utiliza con maestría la animación stop-motion, dando vida a los personajes con una increíble expresividad y detalle. Los movimientos de las ovejas, el polvo que levanta Bitzer, la textura del barro – cada elemento visual contribuye a la inmersión y a la sensación de que estamos en una granja real. Sin embargo, lo que realmente destaca es la manera en que Park emplea el lenguaje visual para comunicar ideas complejas: la escena del eclipse lunar, por ejemplo, es un momento de pura tensión cinematográfica, cargado de simbolismo. La película no se limita a mostrar, sino que invita al espectador a interpretar y a reflexionar sobre lo que está sucediendo en pantalla.

Las actuaciones son, en su mayoría, realizadas por animales. Si bien la idea podría parecer descabellada, el talento de los actores de voz, liderado por Michael Noon como Shaun, es extraordinario. La voz de Shaun es perfectamente equilibrada: inocente, curiosa y, a veces, hasta un poco testaruda. Las interpretaciones de los demás animales – Bitzer, Timmy, es la oveja Lily – son igualmente convincentes, dotando a cada personaje de una personalidad definida y memorable. Incluso la silenciosa presencia de otros animales, como la gallina, comunica emociones y aporta a la dinámica de la granja.

El guion es donde la película realmente brilla. La trama, aunque aparentemente sencilla, está repleta de giros inesperados y momentos de genuina emoción. Se construye alrededor de la amistad entre Shaun y la extraterrestre (llamada Zinnia), explorando temas universales como la aceptación, la valentía y la importancia de la amistad. Además, la película subraya con sutileza la belleza de la vida rural y el valor de las tradiciones. La representación de la “Granjaguedón” como un lugar de paz, comunidad y simple disfrute es encantadora y resonante. Se evitan clichés y se ofrece una visión optimista del mundo, sin caer en la simplificación. La tensión dramática se mantiene a lo largo de la película, gracias a la amenaza de la organización secreta y a la lucha por proteger a Zinnia. El desarrollo de la trama es inteligente y la resolución, satisfactoria.

En definitiva, “La oveja Shaun, la película Granjaguedón” es una joya cinematográfica que merece ser vista y apreciada por audiencias de todas las edades. Es una película que no solo entretiene, sino que también invita a reflexionar y a conectar con nuestros propios valores. Es una película con corazón, con imaginación y con un encanto innegable.

Nota: 9/10