La pantera rosa ataca de nuevo (1976)

La pantera rosa ataca de nuevo no es solo una secuela, sino un ejercicio de memoria cinematográfica y una divertida celebración de la absurdidad. Peter Sellers, en el papel de Paul Dreyfus, redefine la expresión “nervios frágiles” con una torpeza que es tanto exasperante como hilarante. La película, aunque ya sea una década después de la original, consigue recapturar esa esencia de humor británico estrafalario que hizo tan memorable a la primera entrega. La dirección de Blake Edwards es, de nuevo, impecable. Observa cómo manipula el plano, cómo utiliza el contraste de iluminación para enfatizar la locura de Dreyfus y cómo genera tensión con la sencillez de las acciones. No se trata de un espectáculo visual grandilocuente, sino de una minuciosa observación del comportamiento humano, amplificada hasta el extremo.

La película no intenta reinventarse. Reconoce, con inteligencia, que el éxito residió en la química entre Sellers y Peter Ustinov. Ustinov, como el inspector Dreyfus, ofrece una interpretación igualmente magistral, con su habitual arrogancia y sentido del deber que contrasta de forma brillante con la desesperación de Dreyfus. Hay un juego de contrastes sutil pero constante, y el diálogo, como siempre, está repleto de ingenio y dobles sentidos. La relación entre los dos personajes es el corazón de la película y, a pesar de la trama aparentemente sencilla, es donde se encuentra la mayor parte de la comedia. La película se deleita en las frustraciones de Dreyfus y en la paciencia (o la falta de ella) del inspector Clouseau, interpretado con maestría por Blandy.

El guion, escrito por Elaine May, es el verdadero motor de la comedia. No se basa en gags fáciles o situaciones predecibles. La comedia surge de la lógica retorcida del mundo de Dreyfus, de sus obsesiones, de sus errores de juicio y de la forma en que interpreta la realidad. Hay momentos de humor negro que, aunque sutiles, revelan la fragilidad y la oscuridad que se esconden detrás de la máscara del inspector. La película no teme a la ironía, ni a la sátira, y utiliza el humor para criticar sutilmente la burocracia policial y la obsesión por la eficacia a cualquier precio. Es una película que recompensa la atención y el disfrute a la espera de esos momentos inesperados de hilaridad.

En definitiva, ‘La pantera rosa ataca de nuevo’ es más que una simple continuación; es una pieza de oro del cine cómico clásico. Es una película que merece la pena ver, no solo por las memorables actuaciones de Sellers y Ustinov, sino por su inteligente dirección, su guion ingenioso y su capacidad para generar una experiencia cinematográfica única. Un hito en el género que sigue siendo tan divertida hoy como lo fue hace tantos años.

Nota: 8.5/10