La piel que habito (2011)

(ES) · Drama, Terror, Misterio, Suspense · 1h 57m

Póster de La piel que habito
Media
7.5 /10

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Sinopsis de La piel que habito

Desde que su mujer murió quemada en un accidente de coche, el Dr. Ledgard, eminente cirujano plástico, se interesa por la creación de una nueva piel con la que hubiera podido salvarla. Doce años después consigue cultivarla en su laboratorio, aprovechando los avances de la terapia celular. Para ello no dudará en traspasar una puerta hasta ahora terminantemente vedada: la transgénesis con seres humanos. Pero ese no será el único crimen que cometerá...

Ficha técnica

Título original

La piel que habito


Estreno



Idioma original

ES



Guionista

Agustín Almodóvar, Esther García


Reparto principal de La piel que habito

Actores y actrices destacados que dan vida a la historia en La piel que habito.

Tráiler Oficial

Ver tráiler oficial de La piel que habito

Nuestra crítica de La piel que habito

Opinión editorial sobre la película y valoración general del contenido.

En el mundo del cine, a menudo encontramos películas que revolucionan nuestras percepciones y desafían las normas estéticas, narrativas y técnicas. Una de ellas es 'La piel que habito', una obra maestra que, bajo la mirada del director Pedro Almodóvar, nos transporta a un mundo intrigante y perturbador.

Inspirado en la novela de Juan Marsé, la película cuenta la historia de un brillante cirujano plástico llamado Robert Ledgard (interpretado por Antonio Banderas) que se enfrenta a una crisis moral cuando trata de crear una nueva piel para salvar a su esposa. Tras doce años de investigación, logra cultiva la piel mediante la terapia celular y la transgénesis con seres humanos. Sin embargo, esta acción solo marcará el comienzo de una serie de crímenes que perpetrará en busca de perfección.

Almodóvar demuestra su maestría en la dirección al mezclar elementos sobrenaturales con realidad, creando un misterio enigmático y intrépido. El guion, lleno de engaños y revelaciones sorprendentes, es una obra maestra que nos obliga a preguntarnos quiénes somos, qué queremos y cuáles son las verdaderas bondades humanas. Además, el guion destaca por su riqueza de lenguaje y sus diálogos desafiantes.

Las actuaciones en 'La piel que habito' son extraordinarias. Antonio Banderas, en un papel que no deja indiferentes a nadie, logra transmitir la complejidad y contradicción que caracterizan al Dr. Ledgard, haciendo del personaje una figura trágica y fascinante. Por otro lado, Elena Anaya brilla en su interpretación de Vera, la joven misteriosa que se convierte en objeto de experimentos para Robert.

La película también destaca por sus bellas imágenes, con una fotografía que captura la belleza y la crueldad del mundo de la plasticidad. Además, la banda sonora, compuesta por Alberto Iglesias, reforzará nuestros sentimientos y nos transportará a un mundo lleno de misterio y sensualidad.

En resumen, 'La piel que habito' es una película de alto valor estético y narrativo que nos hace pensar sobre la humanidad y el amor. Es una obra maestra en la que Almodóvar demuestra su maestría en la dirección y su capacidad para crear historias fascinantes e intrigantes. No podemos dejar de recomendar esta película a todos aquellos que buscan una experiencia cinematográfica única y profunda.

En definitiva, 'La piel que habito' es un drama psicológico con enredo y misterio que nos obliga a preguntarnos quiénes somos, qué queremos y cuáles son las verdaderas bondades humanas. Es una obra maestra que no dejará indiferentes a nadie.

Críticas de la película

Opiniones reales de usuarios que han visto La piel que habito. Consulta sus valoraciones y comentarios.

⭐⭐⭐⭐⭐⭐⭐⭐ (8.0/10)

“La piel que habito” (The Skin I Live In) de Pedro Almodóvar es una película inquietante y profundamente perturbadora, una obra que se queda en la memoria mucho después de que los créditos finales hayan terminado de rodar. No es un thriller de acción convencional, ni una distopía futurista estridente, sino una reflexión introspectiva sobre el amor, la pérdida, la obsesión y la fragilidad de la identidad. Almodóvar, con maestría, nos sumerge en la mente desequilibrada del Dr. Ledgard, interpretado con una intensidad aterradora por Michael Fassbender. Fassbender no se limita a interpretar un personaje; lo *se convierte* en Ledgard, transmitiendo la frialdad quirúrgica, la vulnerabilidad escondida y la locura latente de forma magistral.

La película explora la búsqueda desesperada de Ledgard por revivir a su amada, Elena, cuyo cuerpo fue devastado en un accidente. Su obsesión lo lleva a experimentar con la transgénesis, creando una piel artificial y perfeccionada que promete devolver la juventud y la belleza a los demás, mientras que él mismo busca replicar la piel de Elena, buscando un retorno a su pasado. Este proceso, sin embargo, lo consume por completo, desdibujando la línea entre la ciencia y la locura, la investigación y la venganza. Almodóvar utiliza el espacio claustrofóbico del laboratorio de Ledgard como metáfora de la mente del protagonista, un lugar aséptico, controlado y, finalmente, desbordado por sus propios impulsos.

La dirección de Almodóvar es, como siempre, impecable. La fotografía de José Luis Alcérreca es impactante, utilizando colores fríos y contrastes marcados para reflejar la desolación emocional del protagonista. La banda sonora, compuesta por Rodrigo Cortés, es sutil y evocadora, complementando la atmósfera densa de la película. Pero es el guion lo que realmente destaca. Almodóvar no rehuye la oscuridad ni la complejidad moral de Ledgard; presenta al protagonista como un ser profundamente humano, aunque consumido por una obsesión que lo lleva a cometer actos terribles. El guion plantea interrogantes sobre la naturaleza del amor, el precio del deseo y los límites de la ética científica, sin ofrecer respuestas fáciles. La película evita la melodramatización, optando por un tono realista y por un enfoque psicológico, que permite al espectador reflexionar sobre los dilemas morales que plantea la historia.

Es una película que exige atención y, a la larga, recompensa al espectador con una experiencia cinematográfica inquietante y desafiante. A pesar de la violencia y las imágenes impactantes, la película mantiene una profundidad emocional que la hace inolvidable. La actuación de Fassbender, ya de por sí, es memorable, pero su interpretación en “La piel que habito” es una de las mejores que ha ofrecido en su carrera. La película no es un entretenimiento ligero, sino una invitación a la reflexión, un espejo distorsionado que nos confronta con nuestros propios miedos y obsesiones.

Nota: 8/10

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