La primera lección (1981)

“La Primera Lección” (The First Lesson) no es una película que te deje con una sensación de satisfacción, sino que te queda como un persistente reguero de amargura. Esta película de Gregory Nolan, a pesar de su ambientación austera y la evidente intención de explorar la vulnerabilidad juvenil ante la manipulación, se siente incompleta y, en última instancia, decepcionante. El tratamiento del tema de la pedofilia, aunque presente, es abordado con una sensibilidad cuestionable, centrando la atención en la tensión sexual y el juego de seducción más que en las consecuencias devastadoras de las acciones de los personajes.

La dirección de Nolan es, sin duda, notable. La fotografía en blanco y negro, con una paleta de colores apagados y la utilización de la luz como elemento narrativo fundamental, crea una atmósfera de inquietud y desasosiego que refleja el estado psicológico de los protagonistas. Nolan sabe construir escenas de gran tensión, empleando la cámara lenta y los primeros planos para intensificar el impacto emocional de los momentos clave. Sin embargo, esta habilidad técnica no logra compensar las deficiencias del guion.

Las actuaciones son sólidas, pero limitadas por la calidad del material. Ben Foster, como Phillip Filmore, ofrece una interpretación convincente como un adolescente inseguro, vulnerable y en busca de una figura adulta que le ofrezca afecto. Su ingenuidad y confusión son palpables, lo que permite al espectador empatizar con su situación. Sin embargo, el personaje de Nicole, interpretado por Frances Conroy, se siente más como un arquetipo que una persona real. La Conroy, aunque con su habitual intensidad, no logra profundizar en la psicología de un personaje tan complejo y moralmente ambiguo. La relación entre Phillip y Nicole se construye, en gran medida, en un terreno torpe y forzado, lo que dificulta la conexión emocional con la historia.

El guion, en mi opinión, es el principal punto débil de la película. Si bien la premisa inicial es interesante y genera intriga, la resolución de la trama se siente apresurada y, en última instancia, poco satisfactoria. El chantaje y la manipulación se desarrollan de forma poco convincente, y las consecuencias para Phillip no son lo suficientemente exploradas. La película parece querer explorar la idea de la vulnerabilidad y la explotación, pero termina reduciendo el tema a un simple thriller sexual, perdiendo la oportunidad de ofrecer una reflexión más profunda sobre la responsabilidad y las implicaciones del abuso de poder. El ritmo es lento, a veces excesivamente lento, y el desarrollo de los personajes secundarios, como Lester Lewis, el chofer, es superficial. Se da la sensación de que el guion se quedó a medio camino, incapaz de consolidar sus ambiciones narrativas.

En definitiva, "La Primera Lección" es una película que tiene potencial, pero que no logra cumplirlo. La dirección es competente, las actuaciones son sólidas, pero el guion, con su ritmo irregular y su enfoque limitado, deja una sensación de insatisfacción. No es una película fácil de ver, y su tratamiento del tema requiere sensibilidad y discernimiento por parte del espectador.

Nota: 5/10