La serie Divergente: Leal (2016)

“La Serie Divergente: Leal” no representa, ni de lejos, el final que muchos esperábamos de esta saga distópica. Lógicamente, la película, la penúltima entrega de la trilogía, tiene la presión de concluir una historia compleja y de múltiples arcos narrativos, y en este sentido, es un ejercicio de equilibrio precario que, aunque no del todo desastroso, deja la sensación de una conclusión apresurada y un tanto diluida.

La dirección de Eva Nuñez intenta mantener el ritmo frenético característico de la serie, trasladando a Tris y Cuatro a un paisaje devastado por la guerra y la desconfianza. Sin embargo, la película se siente más como una secuencia de acción comprimida que un desarrollo profundo de la trama. Las escenas de combate son efectivas, visualmente impactantes y con una coreografía de movimientos que destaca, pero la profundidad emocional que se buscaba en las entregas anteriores, se encuentra considerablemente reducida. La transición de Chicago al exterior es visualmente interesante, pero no se justifica lo suficiente la magnitud del cambio y su impacto en los personajes.

Las actuaciones son un punto fuerte indiscutible. Shailene Woodley y Theo James mantienen su química y su entrega, pero se ven obligados a interpretar personajes que, en comparación con las entregas previas, se ven limitados por las circunstancias de la historia. La decisión de explorar la historia desde la perspectiva de Cuatro, interpretado por Keiynan Lonsdale, ofrece una nueva dinámica y proporciona momentos de introspección valiosos, aunque a veces se siente como una inclusión forzada para añadir complejidad a la narrativa. El personaje de Novart, interpretado por Ray Stevenson, se convierte en un antagonista digno, aunque su motivación no se explora con la profundidad que merecía.

El guion es, en definitiva, el elemento más débil de la película. El conflicto central, la guerra por el control de los “Renacidos”, se presenta de forma algo superficial, relegando las consecuencias filosóficas y morales que sí se abordaron en “Insurgente”. La trama se complica excesivamente, introduciendo nuevos elementos y personajes sin una explicación clara de su relevancia para el desarrollo general de la historia. Los giros argumentales, aunque efectivos en cuanto a impacto, carecen de la sutileza y la justificación que habrían elevado la calidad del guion. Además, la resolución de ciertos arcos argumentales, especialmente el destino de ciertos personajes, se siente abrupta e insatisfactoria, dejando al espectador con la sensación de que se han omitido oportunidades para un desarrollo más rico.

En resumen, “La Serie Divergente: Leal” es una película visualmente atractiva pero narrativamente predecible. Aunque las actuaciones son sólidas, el guion no logra cumplir con las expectativas creadas por las entregas anteriores. Una conclusión digna, quizás, pero no la que muchos esperábamos.

Nota: 6/10