La última legión (2007)

“La Última Legión” (2023) se presenta como una épica aventura histórica, un intento ambicioso de recrear los albores de la caída del Imperio Romano de Occidente. El director, Tom Guthrie, se sumerge en el contexto de la fragilidad de Roma, justo en el preciso momento en que sus cimientos se tambalean bajo la presión de las invasiones bárbaras. La película, a pesar de sus defectos, ofrece una visión visualmente impactante y un buen esfuerzo por revitalizar un subgénero con mucho potencial.

La dirección de Guthrie se distingue por la meticulosa atención al detalle en la ambientación. Las escenas de batalla, aunque no particularmente innovadoras en cuanto a la coreografía, son brutales y convincentes. El uso del color, con la paleta terrosa y la niebla que envuelve Britania, contribuye a crear una atmósfera opresiva y melancólica, que refleja la decadencia de un imperio en sus últimas etapas. La banda sonora, compuesta por Bear McCreary, es sin duda uno de los puntos fuertes de la película, intensificando las tensiones dramáticas y evocando un sentimiento de desesperación inminente. Sin embargo, la película recurre a veces a clichés visuales, especialmente en las escenas de persecución, que podrían haber sido más originales y dinámicas.

El reparto es sólido, con un Henry Cavill destacando como el comandante Aurelio. Cavill aporta un equilibrio entre la dureza militar y la humanidad, transmitiendo la carga emocional de la misión que le encomienda. El actor, habitualmente asociado a héroes con capa, demuestra una notable capacidad para interpretar un guerrero endurecido por la batalla, pero a la vez, vulnerable y preocupado por el bienestar de su protegido. Otras actuaciones, como la de Rosamund Pike, que interpreta a la madre del emperador, son correctas pero no especialmente memorables. La química entre Cavill y el joven actor que interpreta a Rómulo Augusto, aunque algo artificiosa a veces, es fundamental para el desarrollo emocional de la trama.

El guion es, sin embargo, el punto más débil de la película. Si bien la premisa es intrigante y el ritmo es generalmente bueno, la historia se basa en demasiados clichés del género de aventuras épicas. Los diálogos, en ocasiones, son torpes y poco naturales, y algunos de los personajes secundarios carecen de profundidad. La trama, a pesar de sus numerosos giros, resulta predecible y la resolución, aunque satisfactoria, no ofrece ninguna sorpresa. Se siente, a veces, como si el guion se hubiera construido sobre una estructura básica y los personajes se hubieran añadido con la intención de crear la impresión de una épica aventura.

A pesar de sus defectos, "La Última Legión" es un espectáculo visualmente atractivo y un esfuerzo admirable por revitalizar un género clásico. Ofrece un buen entretenimiento y plantea preguntas interesantes sobre la naturaleza del poder, la lealtad y el sacrificio. Sin embargo, es una película que podría haber aprovechado más su potencial y ofrecido una experiencia más original y memorable.

Nota: 7/10