La venganza de Ira Vamp (2010)

“La venganza de Ira Vamp” es una película que se aferra a la atmósfera gótica clásica, pero que, paradójicamente, se queda corta al no aprovechar al máximo su potencial. La historia, basada en el cuento de Arthur Machen, se centra en una mansión aislada, Mandacrest, y en el siniestro legado de una tragedia que se cierne sobre su dueño, Lord Winston, y la recién llegada Lady Claretta. Desde el principio, se establece un ambiente palpable de opresión y desconcierto, gracias en gran parte a la dirección de Christopher Hayton, quien logra mantener la tensión y el suspense con una meticulosa puesta en escena. Los planos largos, la iluminación sombría y el diseño de producción impecable recrean de forma efectiva la decadencia y el aislamiento de la mansión, sumiendo al espectador en la misma sensación de inquietud que sienten los personajes.

Las actuaciones son consistentemente sólidas, aunque no particularmente memorables. Ian Hart entrega una interpretación perturbadora como Lord Winston, capturando a la perfección la fragilidad y la locura que lo carcomen. La química entre Hart y la igualmente convincente Penelope Wilton, quien interpreta a Lady Claretta, es, a veces, ligeramente forzada, pero en general contribuye a la dinámica tensa que define la película. Sin embargo, se podría haber profundizado en las motivaciones de los personajes, especialmente en el caso de Frida, interpretada por una Amanda Drew que, si bien cumple con su papel, no alcanza a transmitir la complejidad de su odio y su obsesión. A pesar de la presencia de actores talentosos, el guion, escrito por Matthew James Newman, es el punto débil de la película. Si bien el ritmo es lento y deliberado, la narración se vuelve repetitiva en ocasiones y carece de profundidad emocional. El desarrollo de los eventos es predecible y las revelaciones, aunque inquietantes, no generan el impacto esperado. El guion no explora a fondo la mitología de Mandacrest ni las implicaciones de las fuerzas sobrenaturales que acechan en la mansión, optando por un enfoque más centrado en la atmósfera que en la intriga narrativa.

La película se beneficia enormemente de su ambientación y de una banda sonora evocadora que subraya la creciente sensación de terror. Hayton logra evocar de forma eficaz la atmósfera de pesadilla de la novela original, y la película se siente como una película de terror psicológico más que una película de gore o jumpscares. Sin embargo, la ambición de la película es visible, y a veces se siente como si la trama estuviera intentando avanzar demasiado lentamente o que faltaran elementos para darle más sustancia a la historia. Se podría haber aprovechado el icónico origen del relato, que involucra una antigua maldición y la búsqueda de un objeto mágico, para construir un terror más sustancioso y con mayores dilemas morales. En definitiva, “La venganza de Ira Vamp” es una película que se entrega con entusiasmo a la atmósfera gótica, pero que finalmente no cumple con las expectativas generadas por su premisa y su origen literario.

Nota: 6/10