La venganza de Ninja (1983)

“La Venganza de Ninja” (originalmente “Ninja Revenge”) es una película que, al intentar modernizar una saga milenaria, termina ofreciendo una experiencia cinematográfica a la vez atractiva y frustrante. El director, David Ellis, se toma la licencia de reinterpretar la leyenda del ninja en un contexto contemporáneo, trasladando la filosofía ancestral a las calles de Estados Unidos. Aunque la premisa es interesante y la idea de un ninja que busca redención es convincente, la película se ve sobrepasada por elementos de acción excesivos y una narrativa que, en última instancia, no profundiza lo suficiente en el trasfondo emocional de su protagonista.

La dirección de Ellis es competente, especialmente en las secuencias de acción. Las coreografías de lucha, en general, son visualmente estimulantes y se apoyan en coreografías realistas que, a diferencia de otras producciones de género, no recurren a trucos excesivos o efectos especiales que desentonen con la atmósfera. Sin embargo, la sobreexposición a estas escenas, que ocupan un porcentaje considerable de la película, termina diluyendo el ritmo y generando una sensación de fatiga visual. Ellis intenta equilibrar la acción con momentos de introspección, pero estos momentos carecen de la profundidad necesaria para conectar verdaderamente con el espectador. La banda sonora, por su parte, es efectiva pero predecible, operando en un cliché de música oriental y electrónica que, aunque adecuada para el género, no aporta nada nuevo.

El punto fuerte de la película reside en la interpretación de Michael Jai White como Cho. White ofrece una presencia imponente y transmite con maestría el peso del pasado de su personaje. Su Cho es un hombre marcado por la pérdida y la traición, impulsado por una necesidad de justicia y venganza. El actor demuestra una notable versatilidad, mostrando tanto la destreza física inherente al rol de ninja, como la vulnerabilidad emocional del personaje. El resto del reparto es correcto, aunque sus papeles son en su mayoría unidimensionales, sirviendo principalmente como obstáculos en el camino de venganza de Cho. La actriz que interpreta a su madre, por ejemplo, es eficiente pero carece de la profundidad que podría haber enriquecido la dinámica familiar.

El guion, sin embargo, es donde la película más consistentemente falla. La trama se complica innecesariamente, con giros argumentales que no están bien justificados y personajes secundarios que aparecen y desaparecen sin una explicación convincente. La motivación de los antagonistas es superficial, reduciéndolos a simples villanos sin un trasfondo que los haga más interesantes. La película intenta explorar temas como la lealtad, el perdón y la superación del pasado, pero estas ideas se tocan de pasada, sin desarrollar una reflexión significativa. La película se enfoca demasiado en la acción y la espectacularidad, relegando a un segundo plano la construcción de un mundo y de personajes convincentes. La película se siente como un ejercicio de estilismo sobre una premisa prometedora, una especie de "remake" que busca impresionar más que cautivar.

En definitiva, "La Venganza de Ninja" es una película de acción correcta, con un buen protagonista interpretado por Michael Jai White. Pero, debido a sus defectos narrativos y a su excesiva dependencia de la acción, no logra alcanzar su potencial y termina siendo una experiencia superficial y olvidable.

Nota: 6/10