La verdad duele (2015)

“La verdad duele” (Concussion) es una película que, más que un drama deportivo o biográfico, se erige como un informe urgente sobre las consecuencias devastadoras de una cultura deportiva obsesionada con la victoria y, paradójicamente, ciega ante la seguridad de sus atletas. La película, dirigida por Peter Landesberg, no se dedica a glorificar el fútbol americano, sino a exponer las fallas sistémicas que han permitido que este deporte, y su brutalidad inherente, continúe prosperando. Will Smith, en una actuación que demuestra una notable profundidad, interpreta al Dr. Bennet Omalu con una intensidad que va más allá de la mera representación; se siente como un hombre consumido por la convicción de que debe revelar la verdad, a pesar de las consecuencias.

La dirección de Landesberg es eficiente, aunque a veces ligeramente lenta. Se centra en la evolución del personaje de Omalu, desde un joven médico con ambiciones académicas en Nigeria hasta un científico desafiando a las instituciones más poderosas del mundo. No se dedica a excesos visuales ni a escenas de acción. La película se basa en la fuerza de la narrativa y en el impacto emocional de las revelaciones de Omalu. El ritmo, por momentos pausado, permite una reflexión cuidadosa sobre la magnitud del problema. Sin embargo, podría haber beneficiado de una mayor exploración de las dinámicas políticas y legales que dificultaron la aceptación de sus hallazgos, aunque la película se limita a sugerir esas complejidades.

El guion, adaptado de relatos reales, es sólido, aunque con algunas simplificaciones evidentes. La construcción de los personajes secundarios – como la abogada de Jerry Sandusky, Jenny Deutch, interpretada por Hilary Swank – es menos desarrollada, quedando relegadas a roles de apoyo, aunque Swank ofrece una actuación convincente en su rol de defensora de las víctimas.

Lo más impactante de la película reside, sin duda, en la representación del Dr. Omalu. La película logra transmitir su frustración, su determinación y el peso de la responsabilidad que asume al presenciar el daño irreversible causado a los jugadores. Smith evita la teatralidad y opta por una actuación naturalista que refleja la seriedad y la ética profesional de Omalu. La película no se detiene en justificaciones, sino que se concentra en mostrar el impacto real del síndrome postconmoción cerebral, tanto físico como psicológico, y en la valentía de un hombre que, al final, cambió para siempre el panorama del deporte.

“La verdad duele” es un recordatorio de la importancia de la investigación científica, la defensa de los derechos de las víctimas y la necesidad de cuestionar las convenciones establecidas. Aunque no es una obra maestra cinematográfica, su mensaje es crucial y su impacto emocional perdura mucho después de que los créditos finales hayan comenzado a rodar. Es un ejemplo de cómo el cine puede ser una herramienta poderosa para la concienciación social.

Nota: 8/10