Lady Halcón (1985)

“Lady Halcón” se presenta como una apuesta por el género de fantasía oscura, una especie de re-imaginación de los cuentos de hadas con un toque de horror gótico, y en muchos aspectos, logra un equilibrio interesante, aunque no sin algunas fallas. La película se beneficia de una estética visualmente impactante, con paisajes de la Toscana que se transforman en atmósferas sombrías y opresivas cuando la maldición se activa. La fotografía de Paolo Pregliasco es excepcional, jugando con la luz y la sombra para subrayar la dualidad central de la historia y la decadencia que invade el reino. Este cuidado en la puesta en escena es, sin duda, uno de los puntos fuertes de la película.

La premisa, la maldición que une a un noble y una nobleza en formas animales hasta el amanecer, es rica en potencial narrativo y permite explorar temas de amor, traición y destino de manera simbólica y evocadora. Sin embargo, el guion, aunque ambicioso, a veces se pierde en detalles excesivos y en una sensación de estar constantemente "explicando" en lugar de mostrar. Las motivaciones del Obispo, tal y como se revelan, carecen de la profundidad necesaria para que su venganza resulte realmente convincente. La historia podría haber beneficiado de una exploración más introspectiva de sus traumas y el peso de sus errores pasados.

Las actuaciones son un punto notable. Charlotte Vega, como Isabel, transmite la vulnerabilidad y la desesperación de una mujer atrapada en una existencia nocturna, a la vez que proyecta una belleza inquietante que se acentúa con su transformación en halcón. El actor que interpreta a Navarre, Daniel Calva, ofrece una interpretación sólida, pero a veces su personaje parece un poco pasivo, carente de la fuerza interior que le sería necesaria para enfrentar la amenaza sobrenatural. Sin embargo, la química entre Vega y Calva es palpable, fundamental para el desarrollo de la trama romántica y el sentimiento de angustia que impregna la historia.

Philippe, interpretado por un convincente Jean-Pierre Mock, añade una capa de complejidad al relato. Su rol como intermediario y buscador de soluciones se convierte en un elemento crucial, pero su propio arco narrativo es algo apresurado. El desarrollo de su personaje y su relación con los protagonistas principal se siente superficial, y su motivación para ayudar a los amantes parece surgir de una fuente externa en lugar de una conexión genuina.

En definitiva, "Lady Halcón" es una película que, a pesar de sus defectos, merece la pena ser vista por los aficionados al género de fantasía oscura y las historias de amor prohibido. Su estética visual es impecable, las actuaciones son generalmente sólidas y la atmósfera gótica es muy efectiva. Sin embargo, la historia podría haber sido más compacta y los personajes secundarios más desarrollados. El ritmo es irregular y la trama se ve afectada por un guion que, en ocasiones, se diluye en explicaciones innecesarias. Una producción visualmente atractiva pero narrativamente frustrante, con un potencial inexplorado.

Nota: 6.5/10