Lady Macbeth (2016)

“Lady Macbeth” no es una película fácil de digerir, ni pretende serlo. Esta adaptación de la obra homónima de Shakespeare, dirigida con una meticulosa precisión por Phoebe Dynevor, es una disección psicológica implacable de la ambición, el poder y la desintegración del alma. En lugar de ofrecer una recreación grandilocuente de los eventos teatrales, Dynevor se centra en el universo interno de Katherine, interpretada magistralmente por Florence Pugh. Y es aquí donde la película realmente florece: en la oscura y claustrofóbica atmósfera que envuelve la cabaña de la familia Morton, en una Inglaterra rural gélida y desolada.

La película, con un diseño de producción impecable que evoca la miseria y el aislamiento, pinta una imagen sombría y convincente de la época. La fotografía, fría y aséptica en gran medida, acentúa la sensación de que Katherine está atrapada en una jaula de oro, un matrimonio sin amor, un hogar de ambición y resentimiento. La dirección de Dynevor es paciente, permitiendo que la tensión se acumule gradualmente, como una tormenta que se cierne sobre el horizonte. El ritmo, deliberadamente lento, obliga al espectador a compartir el sufrimiento y la frustración de Katherine. No nos bombardea con acción o melodrama; en cambio, nos sumerge en su dolor.

La actuación de Pugh es, sin duda, el punto central de la película. Transmite con una intensidad contenida y sutil la creciente furia y determinación de Katherine. Su interpretación es un retrato perturbador de una mujer consumida por la desesperación, una mujer que, al ver su vida desmoronándose, decide tomar las riendas y redefinir su propio destino. El resto del reparto –Alexandera Samas como la desconfiada y manipuladora Mary Morton, Ciaran Hinds como el patriarca severo y distante, y Joe Cole como el joven y ambicioso Roger –ofrecen interpretaciones sólidas, aunque, en general, se ven eclipsados por la presencia imponente de Pugh.

El guion, adaptado de la obra de Shakespeare por Luke Wheal, se distingue por su fidelidad a la esencia de la historia original, al tiempo que se aleja de la grandilocuencia teatral. Se centra en las motivaciones de Katherine, explorando la fragilidad de la identidad femenina en un mundo dominado por la moral y las convenciones sociales. La película se atreve a cuestionar las expectativas impuestas a las mujeres y a mostrar el precio que pagan por desafiar el orden establecido. No rehúye la oscuridad y la violencia, pero las presenta como consecuencias lógicas de las decisiones tomadas por los personajes, en lugar de fines en sí mismos. Es una adaptación que respeta el material original, pero que al mismo tiempo lo reinventa con una mirada fresca y audaz. "Lady Macbeth" no es un placer fácil de ver, pero es una experiencia cinematográfica verdaderamente memorable, que permanece en la mente mucho después de que los créditos finales hayan terminado de rodar.

Nota: 8.5/10