Language Lessons (2021)

“Language Lessons” es un drama sordo y perturbador que se instala bajo la piel con una lentitud deliberada y una precisión clínica. La película, dirigida por Walter Salles (conocido por “Diarios de Motero” y “La Linterna Mágica”), no busca la espectacularidad ni el melodrama, sino que opta por una introspección silenciosa y un análisis de la soledad, el aislamiento y el impacto devastador del dolor. El guion, adaptado de la novela homónima de Emma Cline, se centra en Adam, un hombre de mediana edad que, tras una experiencia traumática, se encuentra repentinamente con la necesidad de reevaluar su vida y su lugar en el mundo. La película no explica la tragedia en sí misma, lo que es a la vez una elección estratégica y una fuente de frustración para el espectador. La incomunicación, la vacilación y la pérdida de conexión humana son temas centrales que se exploran a través de las clases de español que Adam recibe semanalmente de la profesora Sofia.

El poder de la película reside en gran medida en la actuación de Paul Mescal. Mescal ofrece una interpretación visceral y conmovedora como Adam. Su actuación es notablemente sutil, transmitiendo la angustia interior del personaje a través de microexpresiones, gestos y silencios. Evita caer en la exageración, mostrando un Adam roto, vulnerable y atrapado en un ciclo de introversión. Mescal logra capturar la esencia de un hombre que se ha escondido a sí mismo del mundo, y la gradual apertura hacia la profesora y, por extensión, hacia la posibilidad de la conexión, es un viaje lento y desesperado. El contraste entre la aparente vivacidad de Sofia, interpretada por Julieta Serrano, y la rigidez emocional de Adam crea un dinamismo interno que impulsa la narrativa.

Serrano ofrece una actuación igualmente poderosa como Sofia. Su personaje es complejo y ambiguo; no es un ángel de la guarda ni una manipuladora. Es una mujer con sus propias heridas y secretos, que ofrece a Adam un refugio temporal, una oportunidad de hablar y, quizás, de sentir algo. La relación entre ambos se construye con una cuidadosa atención al detalle, evitando clichés y presentando una dinámica basada en la necesidad mutua y la desconfianza. Salles, a través de su dirección, juega con la iluminación y la composición de los planos para intensificar la sensación de claustrofobia y aislamiento que permea la película. Los exteriores, a menudo opacos y sombríos, contrastan fuertemente con la intimidad del apartamento de Adam, subrayando el mundo interior del personaje.

La película no ofrece respuestas fáciles ni finales felices. “Language Lessons” se presenta como un fragmento de vida, un destello de autenticidad en medio de la desesperación. Su fuerza reside en su capacidad para evocar emociones complejas y generar preguntas sobre la naturaleza de la conexión humana, el impacto de la pérdida y la dificultad de romper con el pasado. La película es deliberadamente lenta, exigiendo paciencia y predisposición a la introspección. No es una película para todos, pero para aquellos que se sienten atraídos por el drama psicológico y las historias de personajes imperfectos, “Language Lessons” puede resultar profundamente conmovedora y memorable. Es una película que permanece en la mente mucho después de que los créditos finales han rodado.

Nota: 8/10