Las brujas (de Roald Dahl) (2020)

“Las Brujas” de Robert Eggers, lejos de ser una mera adaptación infantil del clásico de Roald Dahl, es una experiencia cinematográfica visceral y perturbadora que establece un nuevo estándar para el terror de atmósfera. La película no se guía por el sabor dulce y el humor sutil que caracterizan la obra original, sino que la transforma en un viaje a la oscuridad de la superstición, la misoginia y el horror doméstico. El director logra un efecto inquietante al invertir la perspectiva, colocándonos en la piel de las brujas y revelando, no su encanto superficial, sino su crueldad y su lógica retorcida.

La dirección de Eggers es impecable, creando una atmósfera densa y opresiva desde el primer momento. La fotografía en blanco y negro, con un uso magistral de la luz y la sombra, contribuye a generar una sensación de incomodidad y desasosiego. Los planos largos y el ritmo pausado permiten que el espectador absorba la repulsión y el miedo, sin recurrir a sustos fáciles o violencia gratuita. El diseño de producción es, sin duda, uno de los grandes aciertos de la película: Demopolis, Alabama, a finales de los años 60, se convierte en un personaje más, un lugar decadente, lleno de secretos y una profunda sensación de peligro.

Marcia Gay Hack, como la Gran Bruja, ofrece una actuación memorable, completamente diferente a cualquier papel que haya interpretado anteriormente. Su personaje no es simplemente malvado; es una figura compleja, obsesionada con el control y con la preservación de su especie. La película explora la justificación de sus acciones a través de la lógica retorcida de la brujería, obligándonos a cuestionar nuestros propios prejuicios y a considerar la posibilidad de que la "maldad" no sea siempre un concepto blanco y negro. La actuación de Mia Wasikowska como Agatha, la nieta de la abuela, es igualmente brillante, logrando transmitir la inocencia y el terror de una niña atrapada en circunstancias terribles.

El guion, adaptado por Eggers y Jake Weisman, se distancia considerablemente del libro, concentrándose en la deshumanización de las mujeres y en el terror psicológico. Si bien esto puede decepcionar a algunos fans del original, es una decisión acertada que permite a la película alcanzar un nivel de intensidad mucho mayor. La película no se limita a contar una historia de brujas; explora la dinámica de poder, la soledad y la desesperación. La presencia de la abuela, interpretada por Monica Bellucci, aporta un elemento de elegancia y desasosiego, al mismo tiempo que simboliza la fragilidad frente a la amenaza que se avecina. El final, impactante y ambiguo, invita a la reflexión sobre la naturaleza del mal y la importancia de la memoria.

En definitiva, "Las Brujas" es una película perturbadora, inteligente y visualmente impactante que supera las expectativas. No es una película para todos los públicos, pero para aquellos que se atrevan a enfrentarse a su oscuridad, ofrece una experiencia cinematográfica inolvidable. Nota: 8.5/10