Las dos muertes de Quincas (2010)

“Las dos muertes de Quincas Berro d’Agua” es, sin duda, una joya cinematográfica que se desparrama ante nosotros como un carnaval caótico y profundamente conmovedor. Basada en el icónico relato de Jorge Amado, la película logra capturar la esencia vibrante y a menudo turbulenta de la Bahia brasileña, y la convierte en una experiencia visual y emocional que perdura mucho después de que los créditos finales han rodado.

La dirección de Gabriel Ferrarirelli es magistral. No se trata de una película que intenta explicar o analizar su trama; más bien, se entrega a la inmersión total en el mundo de Quincas. Ferrarirelli utiliza una fotografía exuberante, llena de colores, luces y movimiento, para reflejar la intensidad del ambiente bahiano. Hay una belleza casi frenética en la manera en que se filman las calles, los bailes, las fiestas y las caras de sus habitantes. La película se siente casi como un documental, aunque también se revela como una obra de ficción rica en detalles y personajes.

Las actuaciones son excepcionales. Herbert Pelham como Quincas Berro d’Agua ofrece una interpretación que supera con creces las expectativas. Su Quincas es un hombre de compleja personalidad: un burócrata acomodado, un soñador persistente y un alma atormentada. Pelham logra transmitir toda esa ambivalencia con una sutileza increíble. El resto del reparto, compuesto por actores locales, ofrece igualmente interpretaciones convincentes, dando vida a un elenco de personajes memorables, desde los amigos de Quincas hasta los dueños de los burdeles y salones de baile. Cada uno contribuye a construir el mosaico de la comunidad bahiana.

El guion, adaptado de Amado con sensibilidad, no busca un guion lineal o de suspense. El ritmo se basa en la acumulación de situaciones cómicas, a menudo grotescas, y en la exploración de los deseos, las obsesiones y las fantasías de Quincas. La película juega con la idea de la muerte como una liberación, un anhelo por vivir la vida que siempre quiso. La narrativa no es simple entretenimiento; es una reflexión sobre la búsqueda de la felicidad, la inevitabilidad del destino y la importancia de las relaciones humanas. La película se adentra en temas como la corrupción, la desigualdad social y la prostitución, pero lo hace desde la perspectiva particular y a menudo irreverente de Quincas.

Lo que más destaca es la honestidad de la película. No intenta glorificar la vida de los burdeles ni idealizar el personaje de Quincas. Presenta una realidad compleja, a veces brutal, pero siempre con un toque de humor y una profunda humanidad. Es una película que te hace cuestionar tus propios valores y prioridades, y que te deja con una sensación agridulce de melancolía y esperanza.

Nota: 8.5/10