Las nuevas aventuras de Caperucita Roja (2011)

“Las nuevas aventuras de Caperucita Roja” es, sin duda, una propuesta que no deja indiferente. El director, Ben Bailey Smith (conocido también como Lambchop), se adentra en el territorio del surrealismo y el humor negro, dotando al clásico cuento de hadas de los Hermanos Grimm de una reinterpretación que, aunque a veces desconcertante, logra mantener la atención del espectador gracias a su particular estética visual y a la apuesta por un tono perturbador que se aleja considerablemente del imaginario infantil tradicional.

La película se beneficia enormemente de una dirección visual distintiva. Smith, que también es el guionista, crea un mundo onírico, fragmentado y lleno de elementos inusuales: paisajes desolados, atmósferas densas, colores apagados y una puesta en escena que recuerda a las obras de David Lynch. La fotografía, aunque a veces excesivamente saturada en tonos pastel, sirve para realzar el ambiente inquietante que Smith busca generar. Sin embargo, la constante alternancia entre escenas de acción estilizada y momentos contemplativos, a veces resulta diluida, perdiendo parte de su impacto emocional. La banda sonora, igualmente inquietante, es un elemento esencial para construir la atmósfera, pero su utilización, en ocasiones, se siente repetitiva.

La película se centra en la peculiar relación entre Roja (interpretada con una naturalidad sorprendente por Angela Phương Trinh) y El Lobo (Tom Taylor), un antihéroe carismático y moralmente ambiguo que se convierte en su inesperado compañero de viaje. La química entre los dos actores es el principal atractivo de la trama. La actuación de Taylor es particularmente destacable, logrando transmitir la complejidad de un personaje que es tanto peligroso como vulnerable. Sin embargo, el resto del elenco, con excepción de los protagonistas, no logra destacar ni ofrecer interpretaciones memorables. El personaje de Flippers Girón, interpretado por Nicholas Hoult, es un tanto plano y su motivación resulta poco clara.

El guion, aunque arriesgado en su planteamiento, presenta algunas inconsistencias. La trama principal, centrada en la búsqueda de Hansel y Gretel, a veces se desvía hacia subtramas secundarias que no están completamente desarrolladas y que, en última instancia, no aportan un valor añadido significativo a la historia. El humor negro, que es una constante en la película, a veces resulta demasiado forzado y desconectado del resto de la narrativa. No obstante, la película logra mantener un cierto nivel de originalidad al desafiar las convenciones del cuento original y al presentar una versión más oscura y perturbadora de la historia. La ambigüedad moral de los personajes y la exploración de temas como la soledad, el trauma y la supervivencia contribuyen a que “Las nuevas aventuras de Caperucita Roja” sea una película que invita a la reflexión, aunque no sin dejar algunas preguntas sin respuesta.

Nota: 6/10