Las nuevas aventuras de Pippi Calzaslargas (1988)

“Las Nuevas Aventuras de Pippi Calzaslargas” no es simplemente una secuela, sino una re-imaginación vibrante y, en muchos aspectos, superior a su predecesora. La película, dirigida por Robert Martin y Daniel Sandler, captura la esencia de la icónica muñeca sueca, pero la amplía y la ofrece con una autenticidad que respeta el espíritu original de Astrid Lindgren. No se trata de recrear fielmente la historia, sino de transmitir la alegría desbordante y la innegable rebeldía que hacen de Pippi Calzaslargas un personaje tan singular.

El núcleo de la película reside en la incondicionalidad de Pippi, interpretada magistralmente por Helena Augustin. Augustin, con una química palpable, ofrece una representación que va más allá de la simple comedia, transmitiendo la profunda confianza que la niña siente en sí misma y en su capacidad para resolver cualquier problema. Su Pippi es infantil, sí, pero también es inteligente, compasiva y, sobre todo, una fuerza imparable. La actuación evita caer en la caricatura, encontrando un equilibrio delicado entre la ingenuidad y la astucia.

La dirección se distingue por su frescura visual y la habilidad para crear ambientes oníricos que se adaptan perfectamente al universo de Pippi. Las secuencias de acción, en particular aquellas que involucran al mono Mr. Nilsson, son dinámicas y llenas de imaginación, evitando el uso excesivo de efectos especiales que pudieran restar credibilidad a la narrativa. La película se basa en la comedia física y el ingenio, logrando un efecto cómico natural y sin artificios.

El guion, coescrito por Anna Troberg y Petra Bergström, se centra en la relación entre Pippi y sus amigos Tommy y Annika. La dinámica entre estos tres personajes es el motor principal de la historia. Se explora la relación de Pippi como una figura de guía y protector para los niños, pero también las dificultades que implica su estilo de vida inusual. El guion no se aventura en complicadas tramas, privilegiando la construcción de momentos de conexión genuina, y la exploración de valores como la amistad, la generosidad y el respeto por la individualidad. Se intenta, con éxito, explorar el concepto de "libertad", no solo como la ausencia de reglas, sino como una elección consciente y un sentido de pertenencia al propio mundo.

Aunque la película mantiene la simplicidad que caracteriza al material original, la banda sonora, composiciones alegres y deambulatorias, y la cuidada fotografía contribuyen a crear una atmósfera mágica y entrañable. “Las Nuevas Aventuras de Pippi Calzaslargas” es una película familiar que honra el legado de Astrid Lindgren, ofreciendo una experiencia cinematográfica que calienta el corazón y evoca la ilusión de la infancia. Es una secuela que supera las expectativas, entregando una historia llena de encanto y, sobre todo, de alegría.

Nota: 8/10