“Las Tortugas Ninja: El Secreto de los Mocos Verdes” es, en esencia, una reafirmación de lo que ya conocemos de la franquicia, pero envuelta en un guion que, a pesar de sus momentos de entretenimiento, carece de la innovación que realmente podría elevarla. La película se aferra a la fórmula de acción y comedia que ha funcionado tan bien en las entregas anteriores, y aunque eso es parte de su atractivo, es evidente que no se atrevieron a romper con ella, o al menos no lo hicieron significativamente.
La dirección de Dave Green es competente, manteniendo el ritmo de la acción constante y ofreciendo secuencias de lucha visualmente atractivas. Sin embargo, la película a menudo se siente como si estuviera intentando ser mucho más de lo que es. Hay demasiados momentos de acción frenética intercalados con gags de comedia que, a menudo, no tienen una conexión lógica con la trama principal. La sensación general es la de una banda sonora de explosiones que, en lugar de servir a una historia coherente, termina siendo un bombardeo constante de estímulos visuales.
El reparto, en su mayoría, cumple con sus roles. Michael Angelo, interpretado por el siempre carismático Austin Hill, es la joya de la corona, aportando la dosis justa de humor y energía desbordante. El actor, nuevamente, transmite una innegable química con el resto del equipo. Jeremy Howard, como Donatello, ofrece el equilibrio intelectual necesario, aunque su personaje podría haber tenido un mayor desarrollo. El actor se ve limitado por el guion, que no le permite explorar en profundidad sus habilidades y peculiaridades.
La amenaza de Shredder, interpretada por Laurence Fishburne, es, sin duda, uno de los puntos fuertes de la película. Fishburne aporta una seriedad y un maldad convincentes al villano, otorgándole una profundidad que a menudo se le echa de menos en las películas de los Tortugas Ninja. El contraste entre su oscura presencia y la chispa juvenil de las Tortugas es, en última instancia, lo que hace que la amenaza sea efectiva. Sin embargo, la motivación de Shredder, para acabar con las tortugas, se presenta de forma algo simplista y poco desarrollada, relegada a un mero medio para el bien de la historia.
Uno de los aspectos más interesantes de la película es la introducción de April O'Neil, interpretada por Sydney Sweeney. Su rol de periodista aporta una nueva perspectiva a la historia y su relación con las tortugas, aunque superficial, ofrece momentos de tensión y camaradería. El personaje, sin embargo, permanece en un segundo plano durante la mayor parte de la película, dejando la oportunidad de explorar su desarrollo como personaje. La película no profundiza lo suficiente en su personaje, limitando su contribución a la narrativa.
En definitiva, "Las Tortugas Ninja: El Secreto de los Mocos Verdes" es un entretenimiento decente para toda la familia, pero carente de la originalidad y la profundidad que podrían haberle convertido en una película verdaderamente memorable. Es un ensamblaje de secuencias de acción impresionantes, efectos especiales y un cast de reparto que funciona bien en conjunto, pero no logra trascender el género de superhéroes adolescente. Un espectáculo visualmente estimulante, pero emocionalmente vacío.
Nota: 6/10