“Las vueltas de la vida” (Life They Ruined) es una película que, a primera vista, podría parecer otra más de las comedias dramáticas sobre el duelo. Sin embargo, lo que presenta es una exploración sorprendentemente sutil y compleja de cómo la pérdida, el secreto y la propia identidad se entrelazan para formar una narrativa llena de matices y con un ritmo que, a pesar de sus momentos de humor, es inquietantemente reflexivo. La película, dirigida por Emily Halpern, Sam Miller y Nicole Holness, consigue que el espectador se sumerja en la mente de Gray (Jennifer Garner), una mujer que se enfrenta a un golpe devastador y, al mismo tiempo, se ve obligada a cuestionar todo lo que creía saber sobre su pareja.
La dirección de Halpern y su equipo logra crear una atmósfera de palpable incomodidad. No se basa en el melodrama exagerado, sino en el silencio, en las miradas que no se dicen y en los pequeños gestos que revelan la tensión subyacente. La película se vale de la fotografía para enfatizar este efecto; la iluminación, a menudo fría y difusa, refleja el estado emocional de Gray y su desconcierto ante los acontecimientos. El uso del montaje, especialmente durante las escenas que muestran los recuerdos de la pareja, es preciso y evocador, permitiendo al espectador conectar de manera íntima con la relación de Gray y su prometido.
Jennifer Garner ofrece una actuación magistral. Su interpretación de Gray es la columna vertebral de la película, capturando con convicción la mezcla de dolor, ira, incredulidad y, finalmente, curiosidad que siente la protagonista. Pero Garner no está sola. Kevin Smith, Sam Jaeger y Timothy Olyphant aportan sólidas interpretaciones, cada uno representando un aspecto diferente de la vida de Gray y sus recuerdos. Particularmente destacable es el papel de Timothy Olyphant, cuyo Fritz emerge como un personaje complejo, lleno de contradicciones y con un aire de misterio que te obliga a cuestionar sus motivaciones. La química entre los actores es palpable y contribuye significativamente a la credibilidad de la historia.
El guion, adaptado de un relato de Nicholas Hoult y escritas por Halpern y Miller, es lo que realmente eleva la película. La trama no se resuelve con una revelación grandiosa, sino con una serie de pequeños descubrimientos que van construyendo una imagen más completa y perturbadora de Mark, el prometido de Gray. El guion evita caer en clichés y se centra en explorar las consecuencias psicológicas de la pérdida, el peso del secreto y la dificultad de reconstruir la identidad después de una tragedia. Aunque el humor juega un papel importante, nunca se convierte en el centro de la película y está siempre al servicio de la narrativa. La película no ofrece respuestas fáciles, sino que plantea preguntas inquietantes sobre la verdad, la memoria y la naturaleza del amor.
En definitiva, “Las vueltas de la vida” es una película reflexiva y original que te hará pensar mucho después de que los créditos finales hayan terminado. Es una obra que se resiste a ser categorizada fácilmente y que merece la pena ser vista por aquellos que buscan algo más que un simple entretenimiento.
Nota: 8.5/10