Latte y la piedra mágica (2019)

“Latte y la piedra mágica” es una película que, a pesar de su aparente simplicidad, logra cautivar con una mirada fresca a la mitología infantil y una estética visual que se integra a la perfección con su mensaje ambientalista. La historia, centrada en la pequeña erizo Latte y su improbable compañero, Tom la ardilla, es una narración clásica de aventura: un objeto mágico robado, una comunidad en peligro y dos amigos que se ven impulsados a la acción. Sin embargo, la película va más allá de la fórmula, ofreciendo una reflexión sutil sobre la importancia de la valentía, la amistad y el respeto por la naturaleza. La trama, aunque directa, evita la condescendencia, presentando a los personajes con matices y generando empatía en el espectador.

La dirección de la película es la principal fortaleza de la obra. Elias Granqvist ha logrado crear un universo visualmente rico y encantador. Los escenarios, desde el bosque exuberante hasta las cueva de Bantour, el rey de los osos, son particularmente memorables, con una paleta de colores vibrantes y una atención al detalle que contribuye a la inmersión del espectador. La animación, suave y expresiva, enfatiza las emociones de los personajes y la belleza del entorno natural. No obstante, a veces, la animación resulta ligeramente recelosa, con movimientos que carecen de la fluidez que podría haber elevado aún más la experiencia visual. La banda sonora, aunque adecuada, no destaca significativamente y podría haber sido más ambiciosa.

Las actuaciones de los personajes animados son sólidas. Latte, interpretada por una voz convincente, emerge como un personaje entrañable, con un coraje sorprendente para su tamaño. La dinámica entre Latte y Tom es el corazón de la película, y su amistad se desarrolla de manera creíble y conmovedora. La representación de Bantour, el rey de los osos, es particularmente interesante. No es un villano caricaturesco, sino un personaje complejo, motivado por un dolor profundo que explica sus acciones. El actor de doblaje logra transmitir la tristeza y la soledad del personaje, añadiendo profundidad a su antagonismo. La película no rehuye mostrar las consecuencias de la sequía, presentando una visión realista de la amenaza que enfrenta la comunidad. La película aborda la pérdida y la necesidad de la comprensión para superar los conflictos, un tema universal que resuena en espectadores de todas las edades.

En definitiva, "Latte y la piedra mágica" es una película pequeña pero significativa. No busca la grandilocuencia ni los efectos especiales deslumbrantes. En cambio, se centra en contar una historia simple pero poderosa con una sensibilidad particular. Es una película que invita a la reflexión, que inspira a cuidar el planeta y que celebra la amistad como un valor esencial. A pesar de no ser un hito en la animación, ofrece una experiencia cinematográfica gratificante y memorable, especialmente para un público infantil.

Nota: 7.5/10