Le Mans '66 (2019)

“Le Mans ‘66” no es solo una película sobre carreras; es una epopeya de ambición, ingeniería y la compleja dinámica entre dos visionarios que, a pesar de sus diferencias, se ven unidos por un objetivo común: desafiar al gigante italiano Ferrari en el infame circuito francés. Dirigida con una meticulosa atención al detalle por Janusz Kaminski y Michael Mann, la película se sumerge en la época con una fidelidad visual y auditiva que te transporta directamente a la atmósfera de la competición automovilística de 1966. La banda sonora, magistralmente compuesta por Craig Armstrong, es un componente vital, no solo un acompañamiento, sino una entidad que pulsa con la tensión y la determinación del equipo Shelby-Ford.

El núcleo de la película reside en la relación entre Carroll Shelby, interpretado con una calma calculada por Matt Damon, y Ken Miles, encarnado con una pasión visceral por Mike Hopkins. Damon ofrece un Shelby pragmático, un hombre de negocios que ve el Le Mans como una oportunidad de expansión comercial, mientras que Hopkins, magistralmente construido por Hopkins, personifica la pura y cruda pasión por la velocidad. Esta tensión, que es el corazón de la narrativa, es excepcionalmente bien ejecutada. La química entre ambos actores es palpable, convirtiendo la lucha por el proyecto en un conflicto personal tan intenso como las maniobras en la pista. Damon y Hopkins logran que la frustración y la ambición de Shelby se sientan como emociones reales, dando una profundidad a su personaje que va más allá del arquetipo del ingeniero brillante.

La dirección de Mann es notable por su enfoque en la acción y la inmersión. Las secuencias de carrera son frenéticas y realistas, evitando lo hollywoodiense y privilegiando una experiencia visual que se asemeja a la que viviría un espectador en la pista. La película no romantiza la peligrosidad de las carreras, mostrando el riesgo constante y la posibilidad de la muerte. La fotografía, con su paleta de colores terrosos y sus composiciones cuidadosamente elaboradas, contribuye a crear una atmósfera de autenticidad. El guion, adaptado de la novela de James Elroy, se vale de momentos de diálogo afilados y bien planteados, pero también de silencios cargados de significado, permitiendo que la acción y las actuaciones hablen por sí mismas.

Sin embargo, es importante señalar que la película se concentra predominantemente en la perspectiva americana. Si bien la representación británica es sólida, el enfoque principal permanece en el equipo Ford y sus esfuerzos por superar la competencia italiana. Esto, aunque comprensible dentro del contexto de la narrativa, puede dejar a los espectadores que buscan una exploración más profunda de la experiencia de la época o una perspectiva más global, ligeramente insatisfechos. Aun así, "Le Mans ‘66” es una película emocionante, bien hecha y visualmente impactante que ofrece una mirada fascinante a una época crucial en la historia de las carreras automovilísticas y un relato convincente sobre la ambición y la búsqueda de la excelencia.

Nota: 8/10