Lembi 8 Giga (2010)

“Lembi 8 Giga” no es una película que te impacta desde la primera escena, sino que se construye lentamente, como la propia vida de su protagonista, Lembi, un hombre común enfrentando dificultades cotidianas. Mohamed Saad ofrece una actuación sutil y creíble en el papel de un abogado frustrado y un poco desgarbado, con un porte que transmite tanto su modestia como su innegable pragmatismo. Su interpretación, lejos de buscar grandilocuencias, radica en la honestidad y la fragilidad que irradia en cada toma, mostrando las tensiones internas y la lucha constante por mantener la cordura ante las adversidades.

La película se centra en la transformación de Lembi tras su matrimonio con una maestra dedicada, Mai Ezz ElDein, cuya presencia aporta un equilibrio y una cierta esperanza al torbellino de problemas que lo rodean. Sin embargo, la trama principal no se desarrolla a través de diálogos grandilocuentes, sino más bien a través de pequeñas escenas, de detalles aparentemente insignificantes que revelan la profundidad de la situación económica y social de los personajes. La dirección, a cargo de Hassan Hosny, opta por una estética realista y sin artificios, capturando la atmósfera opresiva de una ciudad egipcia donde la pobreza y la desigualdad son una realidad palpable. No se busca la espectacularidad, sino la autenticidad, y esto se nota en cada plano, en cada mirada. La fotografía, cuidada pero discreta, contribuye a ese ambiente de resignación y lucha silenciosa.

La película, sin duda, explora temas universales como la familia, el matrimonio, la clase social y las consecuencias de las decisiones. Pero lo que realmente la distingue es la forma en que presenta estos temas. El guion, escrito con una sensibilidad notable, se aparta de los clichés del melodrama familiar. La historia de Lembi y su esposa es una historia de supervivencia, de pequeños sacrificios y de la tenacidad humana. Los personajes secundarios, interpretados con maestría por actores como Youssef Fawzy, enriquecen la trama con sus propias historias y perspectivas. La película, aunque no ofrece soluciones fáciles, plantea preguntas sobre la responsabilidad individual y el impacto de las circunstancias en el destino de un hombre. Además, la película trata temas como la brecha digital en Egipto, que se introducen de una manera orgánica, sin que se conviertan en el foco principal, sino en un elemento más del retrato de la realidad.

A pesar de su ritmo pausado, “Lembi 8 Giga” consigue generar empatía en el espectador. Es una película que te obliga a reflexionar sobre la realidad cotidiana, sobre las dificultades de la vida y sobre la capacidad de un hombre para seguir adelante a pesar de sus problemas. No es una película fácil, ni una película para todos los gustos, pero ofrece una mirada honesta y conmovedora a la vida en Egipto. Es un retrato creíble y profundo, que merece ser visto.

Nota: 7/10